El alcalde madrileño de Tres Cantos hace bien, qué coño. Lo que todos haríamos. Para eso hizo el máster de pegar carteles. Para qué creían los habitantes del pueblo que lo votaban, ¿para solucionarles algo? Inocentes. Le votaron para lo que casi todos votamos: para que nos la den con queso. Y como la culpa es nuestra, pues lo dicho. Enhorabuena a este tío que no se anda por las ramas y ha preferido echar mano al tronco para llevárselo crudo.
El Partido Popular creía que el chori cobraba poquito: no llegaba al millón al mes, y le subió el sueldo una burrada a él y al resto de concejales. Con dos cojones. A qué andarse con mojigaterías. En las próximas elecciones, Dios dirá. El pueblo es un burro de memoria flaca. Se le engaña con una promesa y una zanahoria.
Jesús Moreno va de frente por la vida. No se anda con tapujos. Necesitaba dinero y lo cogió. Casi dieciocho mil euros más. Así se sitúa en el milloncete de pelas al mes. Como debe ser. Para eso le dan tantos dolores de cabeza cuando llegan las elecciones y tiene que ponerse a besar niños.
Para justificar la cosa, que también hay que tener ganas de justificar nada, dice que tienen que cobrar lo que sus vecinos de Colmenar Viejo. Nada de igualarse a los municipios en los que se cobra menos. Qué tontería. Igual que el del Colmenar, que también es del PP, no vayan a sentir celos?
Los perroflautas y otros envidiosos han reunido cuatro mil firmas para impedir el acceso de estos «honorables» al bolso del ciudadano. Qué poco demócratas. Pero si se ganaron en las urnas el derecho a forrarse el riñón?
Los peperos de Tres Cantos tienen razón. La subida de los sueldos no tiene coste alguno porque con el plan de austeridad hecho aún se ahorran treinta mil euros al año. Y el consistorio tiene beneficio. Así que, por qué no habrían de llevárselo. Sí señor. Y si el año que viene se da bien y vuelven a tener superávit, mejor para sus cuentas que a una residencia, a un colegio de niños o a mitigar impuestos. Agradecido debería estar el ciudadano, que el alcalde no tiene coche oficial.
Han subido un poquito el IBI, otro poquito las tasas, algo los precios de los centros culturales? Así se hace. Así se consigue el superávit. Y eso de que los que sean poco minusválidos accedan gratuitamente a actividades de ocio, se va a acabar. En todo caso, que accedan los grandes inválidos, los que no se pueden mover de la cama.
Menos mal que tienen una oposición honrada, que votó en contra de las subidas, pero está dispuesta a beneficiarse de ellas. Los portavoces del PSOE e Izquierda Unida se llevarán un extra de nueve mil euros al año, para cobrar casi cuarenta y cinco mil. Que tampoco es tanto.
Eso sí, algunos concejales, como el de Izquierda Unida, sigue la vieja máxima del partido de que la mano derecha no se entere de lo que haces con la izquierda. Y anuncia que su aumento lo donará a una ONG y a colectivos sociales. Así, en general, sin decir ni cuánto ni a quién; que nada mejor que lo general para camuflar lo particular.
Cómo vamos a salir de esta así, si al mínimo duro que se divisa allá en lontananza ya está la mano del cuatrero de la política presta para llevárselo a la fardela.
De verdad que, algunas veces, pienso que sí, que hacen bien en llevárselo muerto, que la culpa la tenemos nosotros que les ponemos y reponemos. Otras pienso que no, que nos engañan como a chinos porque tenemos necesidad de creer sus trampas y mentiras. Pero la verdad del cuento, ay Señor de los tormentos, la sabemos la Lirio y yo.
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