Alfonso Alonso, portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, sabe dónde está y de quién es cada cosa. Por él nos enteramos de que los desempleados de larga duración a los que se les ha acabado la prestación y cobraban los 400 euros son «los parados de Zapatero». La frase parece de José María Aznar pero es de Alfonso Alonso porque cuando una retórica arraiga en un partido es difícil de erradicar, como el paro cuando enraíza en la sociedad.

Intenta uno aplicar la lógica de Alfonso Alonso y no sabe dónde parar. Los Juegos Olímpicos, por ejemplo. Se valora si el medallero español en Londres está bajo para el nivel de desarrollo del país o si está alto para una nación en grave crisis. Son especulaciones bobas pero forman parte del juego político que paga los Juegos Olímpicos y regala fotos bonitas a los jefes de Estado que se sirven calientes al pueblo. Aceptamos estos juegos, los unos y los otros. Pero, según el método de Alfonso Alonso, estos serían los deportistas olímpicos de Zapatero y eso puede hacer que se valoren de otra forma los resultados, como se hace con los parados de larga duración a los que se acaba la ayuda de 400 euros, pensada para la reinserción laboral y que no reinserta a nadie porque el paro no hace más que aumentar, con los parados de Rajoy, que diría Alfonso Alonso.

Hay que estar muy estudiado y muy comprometido para saber leer la actualidad como hace Alfonso Alonso, porque, si no, no sabes si los incendios de Rajoy están acabando con los bosques de Zapatero o con el patrimonio de la Humanidad de Felipe González o con los parques nacionales de Adolfo Suárez. El método Alonso de asignación es difícil si no estás muy encima de todos los asuntos. Menos mal que, para evitar la desorientación, es infalible el método Andrea Fabra por el que, si no somos nosotros, «que se jodan» ellos, sean quienes sean.