Entre los que sienten Abel y los que son Caín, en Zamora la queja se ha hecho enfermedad de todos, incluso de los optimistas. Cosas de la vida. Es bien sabido que las personas precisan a los demás para poder afirmar sus conductas; por eso se ve tanta estupidez y mentecatez sueltas por el mundo. Las conductas son aceptadas en la medida en que comparten nuestras dudas y nuestras certezas los demás. En nuestros quehaceres diarios requerimos constantemente que los otros revaliden nuestras intenciones cuando hemos tomado una decisión. Lo demás no importa demasiado?. Si no lo hacen, no estaremos tranquilos.

Ser dirigente, como ser ministro, lleva consigo que hay que convencer mediante ideas y realidades posibles y sobre todo con proyectos viables, con el fin de conseguir algo claro y asumible. Significa no dejarse engañar por falacias o apariencias y puede significar saber adaptarse bien a unas realidades circundantes con un buen sentido de responsabilidad y con la aceptación de posibles errores o equivocaciones. Para dirigir algo no puede uno ser intransigente a ultranza, ni por exceso ni por defecto, ya que la prudencia nos señala de qué modos deberemos enfocar la vida y qué circunstancias de la realidad diaria pueden modificar nuestros objetivos primeros. Acaso lo más difícil sea saber comunicar al gran público los objetivos pretendidos, ya que la gente es la que vota y la que a la postre da el poder real definitivo. La comunicación es esencial. Ruiz Gallardón, ministro de Justicia, debe saberlo y actuar conforme a ello. Lo conoce, sin duda. La necesidad de querer contar con apoyos ha hecho que se abran en rueda de prensa estrategias de su gabinete respecto a una reforma de la Ley de la Interrupción de embarazos. Y se ha armado la marimorena. Quiso dar sinceridad política porque mentir no es rentable en estos terrenos resbaladizos. Como todos los avances, pues lo es, éste también traerá consecuencias inesperadas, porque se enfocarán con rigor causas reales de algunas acciones u omisiones que son clave y sus consecuencias subsiguientes. Y se exigirán responsabilidades?

A los políticos, llegados con este gobierno a principios de año, se les van a exigir, se les exige, mayor información, más responsabilidad social y tal vez menor autonomía en muchos casos, porque vienen con nuevos anhelos y responsabilidades, como se está viendo en esta primavera y este verano. Se acabó la etapa de encontrar «gestores» y comienza la etapa de encontrar «líderes» en la sociedad. Habrá que sentirlo por Rajoy y Rubalcaba y por Griñán y por Mas, Herrera, etc? ¡Está comprobado que para esto ellos no valen! Otros vendrán? Los asuntos de corto plazo, típicos del gestor, están viniendo a menos y se superan; y habrá que adentrarse en proyectos serios de gran calado, asuntos nacionales de todos, para ver las necesidades de la sociedad española global, olvidando las ruindades de los intransigentes parcialistas. Pronto habrá nuevas sorpresas o elecciones, o lo que sea, porque las cosas pasan muy deprisa?. ¡A prepararse, pues, que el tiempo vuela! Y todo llega?.