No cabe duda de que la noticia que ha originado el conflicto puede tener un significado excepcional, sobre todo si se coteja con el «archivo» de una causa por parte de la Audiencia de Madrid y con informaciones llegadas del extranjero a través del correo electrónico. Y no es necesario tal cotejo, puesto que la noticia en sí es suficiente para llegar a conclusiones definitorias, si no definitivas. El titular referente a la noticia reza así en el diario que la presenta en primera página para desarrollarla en su página 4.ª: «El SUP implica a Rubalcaba en maniobras contra la juez del 11M». El subtitular se expresa de esta manera: «Denuncia que el Sindicato de Manzano se jactó de que recibió del entonces titular de Interior instrucciones de cómo recusar a Cillán». No tiene desperdicio el desarrollo de la noticia con todo lo que la sigue como reacción, por parte del SPP (Sindicato Superior de Policía), y la acción de la Juez D.ª Coro Cillán cuya «recusación» estaría en juego.

El presidente del Sindicato SPP, don José Ángel Fuentes Gago, como es natural, asegura que esa acusación «es una falsedad». Si quedaran ahí las cosas, no habría conflicto y el asunto quedaría zanjado. Pero don José Manuel Sánchez Fornet, que firma la nota del SUP, no solo se ratifica en la afirmación anterior, sino que «se despacha a gusto» contra el encausado, Sr. Sánchez Manzano, del que dice que es «el peor jefe que ha pasado por la especialidad Tedax», alude a su actuación (la del Sr. Manzano) en un atentado anterior de ETA, intentado en un tren con destino Chamartín, su despotismo manifestado con un «aquí mando yo», con lo que expulsó del asunto del 11M, en Atocha, a un grupo de agentes de Madrid, y llegando a descalificar a tal señor al alegar que el SUP se personó en determinadas diligencias contra el señor Sánchez Manzano solo para «dejar en evidencia que este hombre no tiene ni pajolera idea de los Tedax» y «demostrar que era un incompetente». La nota matiza que hay un abismo entre personarse en la querella con los fines expresados y «pretender que Manzano es cómplice de los atentados»; un abismo que «nunca hemos rebasado ni rebasaremos». Y sigue la nota firme en la aclaración de las intenciones que alberga el citado presidente del SUP.

He dicho que la noticia tiene un significado excepcional, se admita la veracidad de la misma, en relación con el presidente del SPP, o se niegue tal veracidad. Evidentemente, si se opta -como es lo más correcto, al menos «políticamente»,- por la negación, la importancia de la noticia se queda en una consideración meramente hipotética. Si alguien opta por aceptar la noticia como verdadera, las consecuencias serían gravísimas. Significaría -la hipótesis, repito- algo que desembocaría en la suposición, bastante fundada, de que el señor Rubalcaba tiene un interés muy marcado en que el asunto del 11M quede en la oscuridad en que se encuentra. Y esto a pesar de la sentencia, tan aceptada oficialmente, según la cual ya se conoce al autor material, si bien resulta extraordinariamente eficaz, ya que un solo hombre pudo estar y actuar en tres trenes diferentes y, además, sin que se le cogiera en ninguno de ellos.

En el «conflicto» consiguiente a la postura adoptada por los dos Sindicatos de la Policía en relación con la noticia que lo ha motivado, los sectores oficiales, tanto del Gobierno actual como de la actual oposición, seguramente optarán por la del SPP, sobre todo después de la resolución de la Audiencia Superior de Madrid, adoptada contra la opinión del señor Fiscal, quien, sin embargo, ha decidido no apelar en casación contra la resolución de la Audiencia contraria a su propio dictamen. Y el SUP se quedará conforme con la extensa réplica arriba citada.

Las víctimas del 11M, según ya han manifestado, llevarán a cabo esa apelación; y así continuarán en una pertinacia digna de mejor suerte, ya que todos deseamos, con ellos, que se esclarezca toda la verdad del horrible atentado y, si se llega a tiempo, sean castigados, como merecen, tanto los autores materiales -que no serían un solo hombre; ni, teniendo en cuenta el «modus operandi» de los terroristas seguidores del Islam, los que se dice que se suicidaron en Leganés-, como los autores intelectuales cuya identidad permanece en la más profunda ignorancia.

La noticia comentada pondría a la Justicia en una senda hacia la clarificación; pero -como he dicho claramente- la veracidad de tal noticia está en el terreno de la inadmisión. Harían falta muchas sólidas pruebas para que no fuera así. Porque, incluso para quienes pudieran dar crédito a la noticia, sólo quedaría la pregunta que formulé más arriba: ¿Qué interés podría mover al señor Rubalcaba a tomar parte en el sentido presentado por la noticia? Por otra parte, la recusación de la juez D.ª Coro Cillán solo supondría la designación de otro juez que llevara a una solución, más o menos definitiva, el asunto, endemoniadamente embrollado, del fatídico 11 de marzo de 2004.