Mañana, 8 de marzo, Mujeres en Igualdad saldrá a las calles y plazas de nuestros pueblos y ciudades para exigir igualdad real en nuestra sociedad.

Hemos dado grandes pasos. La Declaración Universal de los Derechos Humanos defiende la igualdad entre hombres y mujeres, y la Constitución Española la garantiza y protege en nuestra nación. Pero está lejos de cumplirse.

Las mujeres somos el 54,1% del alumnado universitario, pero representamos tan solo el 16,8% de los catedráticos. El 15,2% de las mujeres tiene unos ingresos menores o iguales al salario mínimo interprofesional, el triple que el porcentaje de hombres en esa situación (5,6%). A medida que aumenta el número de hijos menores de 12 años disminuye la tasa de empleo femenino, pero no ocurre así en el caso de los hombres. Una mujer pensionista cobra de media 597,21 euros, mientras que un hombre percibe de media 971,92 euros.

Solo el 11,5% de los consejeros de las empresas que cotizan en el Ibex-35 son mujeres; en el Consejo General del Poder Judicial representamos únicamente el 35%, y en las Reales Academias, no llegamos al diez por ciento.

El número de mujeres sin empleo en España es de 2.358.834, y 61 murieron asesinadas en 2011 a manos de sus parejas o exparejas, un drama que ya se ha cobrado este año 8 mujeres.

Cada uno de estos datos es un motivo para conmemorar este día. Cada una de las estadísticas es una razón para seguir trabajando. Nos sobran motivos. Motivos son las mujeres que cada día buscan un empleo porque quieren vivir de su trabajo

Motivos son las madres y esposas que nunca han trabajado fuera de casa y que ante la situación de desempleo de sus parejas salen a la calle a buscar un empleo. Motivos son las mujeres jóvenes, las que han recibido una mejor formación que sus progenitores y no encuentran un empleo.

Motivos son viudas, que suman a la pérdida de su compañero las dificultades económicas.

Motivos son las amas de casa, trabajadoras a destajo cuya aportación al PIB nacional es imposible de calcular.

Motivos son las abuelas, pilar esencial de las familias jóvenes, mujeres incansables que ya educaron a sus hijos y ahora cuidan tan generosamente de sus nietos.

Motivos son las mujeres que han perdido la vida víctimas de una violencia de género que no cesa.

Y no nos sirve ninguna excusa.

La difícil situación económica y los cambios y reformas estructurales que se están llevando a cabo a fin de lograr una sociedad competitiva y generadora de riqueza es una oportunidad para introducir mecanismos eficaces que permitan que mujeres y hombres puedan de verdad conciliar vida profesional, familiar y personal.

Es el momento de atrevernos a las reformas que nos traigan un futuro con más oportunidades para todos.

Para lograrlo:

Apostamos por una igualdad de oportunidades.

Convocamos a toda la sociedad para que trabaje con nosotras en el reto de la igualdad en el acceso al empleo, y para que dejemos de una vez de tener las condiciones laborales más precarias.

Emplazamos a toda la sociedad a educar a los niños en igualdad.

Que la sociedad no olvide a los millones de mujeres que sufren situaciones del todo intolerables en otros lugares del mundo, donde ni siquiera se respeta su derecho a la vida.

Y reclamamos a toda la sociedad, hacer del Día Internacional de la Mujer la mejor oportunidad para reclamar nuestros derechos con coherencia y desde la unidad.

No hay excusas.

Por ello, te pedimos una vez más en este 8 de marzo que te atrevas a luchar por una sociedad más justa y más libre, por una sociedad en igualdad.