Cuando llegamos a cierta edad a las mujeres empieza a preocuparnos el estado de nuestra osamenta. Es el chasis. Y si el chasis se cae, ya me dirá usted. El enemigo público número 1 a batir tiene nombre propio y se llama Osteoporosis. Nos la mencionan y es como si nos dijeran que viene el lobo. Le tenemos pánico porque sabemos sobradamente los estragos que ocasiona. Ojalá prestemos atención al problema antes de que comience a manifestarse. No hay más que seguir las indicaciones que nos hacen los médicos. A todo ello voy a añadir los resultados de un estudio realizado por la Universidad de Castilla-La Mancha que aparece publicado en el último número de la revista «Frontiers of Bioscience».

Según el susodicho estudio, la pérdida de manganeso en los huesos podría favorecer que el calcio no se fije bien a ellos, esa circunstancia constituiría el origen de la osteoporosis. Pues bien, parece ser que a partir de estudios con cuernas de ciervo, los investigadores plantean que la carencia de calcio podría no ser el origen de la osteoporosis, sino la falta de algún otro mineral esencial para que éste se fije. Los sabios han centrado sus investigaciones en el manganeso. Tanto yogur, tanta leche, tanto queso, tantos lácteos en general para ayudarnos y favorecer el estado de nuestros huesos y ahora en lo que tenemos que empezar a pensar es en hacer acopio de manganeso. Y todo gracias a las cuernas de ciervo.

¿Usted recuerda el aumento espectacular de rupturas de cuerna que se produjo en España allá por el año 2005? Pues bien, tras analizar el fenómeno, los expertos comprobaron que la fragilidad se produjo por una reducción del manganeso debido a la alimentación. Aquel fue un año de un frío intenso, lo que provocó que las plantas redujeran sus concentraciones de manganeso como respuesta al estrés. Y si a los ciervos se les parten las cuernas a las mujeres los huesos se nos tornan frágiles y proclives a la rotura. Si vamos sobradas de manganeso conseguiremos fijar el calcio necesario porque, de otra forma, si el cuerpo absorbe menos manganeso o se envía desde el esqueleto hacia otros órganos que lo necesiten, como el cerebro, el calcio que se extrae al mismo tiempo ya no se vuelve a fijar bien y se elimina por la orina, de esa forma puede sobrevenir lentamente la temida osteoporosis.

Nunca hubiéramos imaginado la relación existente entre los cuernos y los huesos. Tanto como se despotrica de los primeros y han hecho un gran favor a la ciencia y a nosotras todas. Eso sí, no se trata de unos cuernos cualquiera, son cuernos de los de aquí te espero, ni más ni menos que las cuernas de ciervo. Lo grave es que cuando se agota este mineral esencial después de iniciarse la enfermedad ósea, podría dar paso a otras enfermedades como el párkinson o el alzhéimer. A partir de ahora, sin abandonar los lácteos, hay que dar buena cuenta de nueces, alcachofas, fresas, zanahorias, guisantes, puerros, es decir, frutos secos, cereales, legumbres y todos aquellos alimentos ricos en manganeso. Por el chasis femenino, lo que sea.