Estos resultados han desatado la euforia en el PP, porque desmienten la extendida hipótesis de que incluso Kiko Matamoros obtendría un mayor respaldo en las urnas que el candidato oficial conservador, en lo que lleva y en lo que queda del siglo XXI.

Los asesores de Rajoy recuerdan que su candidato no ha contado con la promoción del aparato televisivo que rodea a Belén Esteban, pese a lo cual ha conseguido triplicarla. La diva queda relegada a tercera fuerza política española, superando ligeramente las nada envidiables expectativas de Izquierda Unida. Sin embargo, los analistas calculan que el voto oculto puede provocar que muchos telespectadores -reacios a reconocer ante un encuestador su pasión por la líder de Sálvame-, acaben votándola para presidenta del Gobierno. En especial, si advierten el peligro real de que Rajoy llegue a La Moncloa.

Ante la evidencia matemática de que Rajoy triplica a Esteban, el PP considera estadísticamente demostrada la telegenia de su candidato. Exigen que sea proclamado de inmediato «príncipe del pueblo», por comparación con el título de «princesa del pueblo» expedido a la ex novia de Jesulín. Desde el programa de la aspirante derrotada se destaca la injusticia del resultado, en cuanto Esteban se pronuncia a diario sobre la actualidad, mientras Rajoy se dedica a escurrir el bulto. Según la líder del partido Sálvame, «se extiende la peligrosa sensación de que los electores premian a políticos poco comprometidos y castigan a quienes sufrimos la erosión del escrutinio continuo de la audiencia. Esta confusión daña la imagen de España como democracia consolidada». Esteban no ha descartado aparecer en pantalla con patillas y bigote, «pues tanto Aznar como? Rajoy demuestran la querencia de la derecha por los aditamentos capilares faciales».