El importante atractivo que presenta este comienzo de curso flamenco -el cuarto de la contribución que Caja Duero hace a la afición flamenca zamorana- cabe destacar la presencia de un buen guitarrista, Niño de Pura, que después de hacer, como solista, diversos «experimentos con gaseosa» con mayor o menor fortuna, quiere afianzarse en lo que puede y debe de ser con el venerado instrumento: un excelente tocaor para el cante, como ha demostrado al acompañar a los mejores. Por lo tanto el primer atractivo lo constituye poder contar con una primera figura de la sonanta.

El segundo, escuchar, suponemos que también como orador, a un polivalente artista cabal. David Pino nace en Puente Genil -la patria chica de Fosforito y Juli Estrada, entre otros. ¿Lo recuerdan?- afincado en Córdoba, canta partiendo del conocimiento más preciso, es un profundo estudioso del universal arte de lo jondo, y lógicamente -a diferencia de otros artistas- sabe lo que canta. Además de un buen cantaor, mejor por los tonos altos que por los medios, y un meritorio estudioso, es un ameno conferenciante, como esperamos que lo demuestre esta tarde. Sin embargo su actividad profesional principal está orientada a la docencia ya que es diplomado en Magisterio en la especialidad de Educación Musical y desde el año 2002 es profesor en el Departamento de Flamenco del Conservatorio Superior de Música Rafael Orozco de Córdoba, en la asignatura de Acompañamiento al Cante.

Sin duda velada atractiva para este inicio de curso, a las ocho y media, en el salón de actos de la entidad de ahorro.