Uno de ellos, Norman Berkowitz, hijo de un fabricante de relojes de Boston que se había trasladado a Nueva York, murió este verano. En el obituario publicado tras la muerte, su hija Claire dice lo siguiente (noticia y traducción de Julio Gavito): «Mi padre, Norman (Nathan) Berkowitz murió pacíficamente a los 96 años de edad el 30 de julio. Después de no poder hablar durante 36 horas, Norman se recuperó y habló sin parar durante 30 minutos. Sus últimas palabras las dirigió a su nieto y eran, sorprendentemente, en español. No era una sorpresa el que se refirieran a sus recuerdos de España».