Con la misma firmeza, por cierto, los sondeos se pronuncian a favor luego de Esperanza Aguirre que repetiría mayoría para seguir gobernado la comunidad madrileña. Y eso, sea quien sea el candidato socialista.

De todos modos, lo de las primarias tiene un efecto mimético muy favorable en general y más en un país con una democracia hecha a la medida de los dos grandes partidos nacionales que por lo que menos se caracterizan precisamente es por su democracia interna. Incluso entre los socialistas de Zamora todo se encuentra dispuesto para unas primarias locales, si es que alguien se atreve a disputar a Carlos Hernández el posible primer puesto de la lista para el Ayuntamiento de la capital. Y sí, parece que se lo pueden disputar, porque ya se habla y bastante de Manuel Fuentes como rival para el actual portavoz del grupo municipal del PSOE. El procurador regional, que ya estuvo cerca hace unos años de ser el cabeza de lista socialista pero se quedó en puertas, resulta para muchos el político de raza necesario para encabezar la candidatura socialista pues aportaría una garra de la que carece un Hernández que ha desarrollado en estos años una anodina labor, correcta si se quiere, pero fría y que no ha llegado a los ciudadanos. Otros nombres se mencionan también, siendo el de Pilar de la Higuera otro de los que suena. Pero es dudoso que la actual subdelegada del Gobierno, que está desarrollando una eficaz labor, deje su cargo, a no ser que se lo exija su partido, por una hipotética aventura electoralista, y más con el precedente de su antecesor, el propio Carlos Hernández. Sería bonito un duelo en la cumbre con Rosa Valdeón, la alcaldesa y segura candidata del PP, pero va a ser que no y se puede apostar por ello.

¿Y el PP? Pues el PP, bien, como siempre, encantado de haberse conocido y de los resultados de las encuestas que le dan como ganador en las próximas elecciones generales. Y también, como siempre, mirando al tendido en la zona de Levante con los escándalos de corrupción de Valencia, Castellón y Alicante, donde sigue defendiendo a los suyos y esgrimiendo una presunta inocencia que no entiende la gente de la calle, que piensa ingenuamente que los presuntos inocentes no son aquellos sobre los que recaen sospechas e indicios que determinan las actuaciones judiciales y policiales, sino que estos más bien son presuntos culpables, a la espera de lo que fallen en su día los órganos de la justicia. Bien, pero ¿y las primarias? Pues si no las hubo cuando Rajoy acababa de perder sus segundas elecciones consecutivas y nadie creía en él, y no las hubo porque nadie se atrevió a presentarse, menos las va a haber ahora. El PP es partido de ordeno y mando y en su casa no gusta de tales prácticas, sino del dedo que designa. Sería bonito, claro, que alguien del PP zamorano -donde hay personas de prestigio y con peso específico en la ciudad- saliese pretendiendo disputar la candidatura a Valdeón. Pero ni Herrera, ni Mañueco lo permitirían. Entre otras razones, porque el espontáneo pudiera ganar las primarias.