Hubo manifestaciones masivas en Francia contra el propósito del Gobierno de Sarkozy de retrasar la edad de jubilación legal desde los 60 a los 62 años, un límite que databa de la presidencia del socialista Mitterrand, allá por década de los ochenta del pasado siglo. La protesta incluía también el rechazo a otras reformas en el sistema de pensiones. Tales como, pasar de 40 a 41 años y tres meses el tiempo de cotización necesario para cobrar el 100% de la prestación, y retrasar el derecho a percibirla desde los 65 a los 67 años en aquellos supuestos en que el trabajador no lo hubiese alcanzado todavía. El corresponsal de un periódico español señaló que el espíritu que animaba a los manifestantes puede resumirse en la frase que figuraba en la pancarta sostenida por una mujer: «Cuarenta años trabajando es suficiente». Y tanto. Si tenemos en cuenta que la edad para empezar a trabajar (caso de que no se continúe estudiando) pudiera situarse entre los 18 y los 20 años, la aspiración de los manifestantes franceses parece perfectamente razonable. Cuarenta años de trabajo, para gozar de una jubilación honorable antes de morirse, deberían ser suficientes. Es obvio que, la esperanza de vida ha subido en algunos países, pero cualquiera que repase, con alguna curiosidad estadística, las páginas de esquelas podrá darse cuenta de que la mayoría de los fallecidos superan en muy poco la edad de jubilación. Y en buenas condiciones físicas, una minoría. En España, el requisito legal para cobrar el 100% de la jubilación son los 65 años (el Gobierno socialista pretende subirlo hasta los 67) siempre que se acrediten 35 años de cotización. Aunque también se empieza a hablar de elevarla hasta los 40. Pero la comparación con Francia no es válida, por dos razones.

En el país vecino la cuantía de las pensiones es mucho más elevada que en el nuestro, y la edad de incorporarse al mercado de trabajo, mucho menor. Si le aplicamos el computo francés de los 41 años y tres meses a uno de esos muchachos que no se van de casa de sus padres hasta bien cumplidos los 30 años, para trabajar a salto de mata, ¿en qué edad de jubilación nos ponemos? Me temo que algunos tendrían que salir del cementerio para poder completar el tiempo de cotización necesario. El debate sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones es un debate interesado, que se presenta cíclicamente coincidiendo con alguna crisis del capitalismo. El argumento más utilizado por los reformistas es el envejecimiento progresivo de la población por la mejora de las condiciones de vida. En defensa de su tesis aducen que, en España , por ejemplo, la población total de mayores de 65 años ha pasado de representar el 11,7% en 1981 al 18% en 2010. Se trata de los nacidos en 1916 y en 1945, cuyo indice de supervivencia ha subido de los 72,1 a los 78,2 años en los hombres y de los 78,1 a los 84,9 años en las mujeres. Una falacia. Toda esa gente vivió en unas condiciones más duras (grandes caminatas y comida frugal), pero bastante más saludables a la larga, que las de las actuales generaciones criadas en un capitalismo ineficiente, comida basura, contratos basura, y más horas de televisión basura). Es dudoso que, en esas condiciones, sobrevivan mucho a los 65 años, si es que llegan a ellos. Salvo que se pruebe científicamente que la dieta de basura mejora la salud.