Que Zamora el pasado sábado se convirtiera en la ciudad del flamenco, no sólo tuvo que ver con este excelso arte universal, también con otras posibilidades orientadas a establecer lazos entre dos importantes provincias en el eje de vertebración nacional Vía de la Plata. Las dos máximas regidoras municipales de ambas provincias departieron, compartieron, y hablaron de futuro. Todo es posible conociendo a Rosa Valdeón y a Carmen Heras. Damos fe del buen inicio en la relación entre estas dos magníficas alcaldesas de las que, tanto cacereños como zamoranos, podemos estar orgullosos.

El acto de la presentación de la edición del homenaje a Antonio Mairena en el Teatro Principal, resulto solemne y a la vez entrañable. Rememorar figuras de nuestra vida provincial de la talla de Waldo Santos, o del mundo flamenco como Paco Vallecillo o Parrilla de Jerez siempre pone los pelos de punta a cualquiera. Solemne porque son cinco las intervenciones con tiempos previamente establecidos. Santiago García, presidente de la Peña zamorana, centró la trascendencia del acto al situarlo como hecho clave en la culminación del centenario del nacimiento de Antonio Mairena —el año conmemorativo se ha cerrado ayer domingo cinco de septiembre —además de pedir públicamente el hermanamiento entre las dos ciudades partícipes.

Federico Vázquez explico los entresijos de esta memorable publicación para la historia. Expuso de igual manera, las razones por las que la ciudad extremeña se había volcado con ella. Cáceres tenía previsto un homenaje a Mairena – con fijación concreta de fecha- de similares proporciones, y que finalmente no pudo celebrarse por grave indisposición del Maestro, por lo que el homenaje de Zamora lo asumían como propio. No omitió la importancia intrínseca del evento, a saber: La presencia de una de las figuras básicas en la promoción del flamenco como fue Paco Vallecillo; la rareza histórica que supone qué Parrilla de Jerez hubiera acompañado a Mairena y finalmente, la definición sobre conceptos básicos del mairenismo efectuados por Mairena con su propia voz. Además de contar con la de nuestro insigne poeta zamorano Waldo Santos, declamación con la que se abrió el acto.

Calixto Sánchez, reconvertido en orador de lujo, desglosó anécdotas de sus vivencias personales con el Maestro.

La alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, nacida en la zamorana calle de Sancho IV, y que lógicamente se sintió como en casa, habló de la importancia de este proyecto editorial y del apoyo prestado desde la corporación extremeña. No olvidó señalar que éste era el primer acto protocolario de su presencia en Zamora. Esperemos, estamos seguros de ello, que no va a ser el último. Cerró el ceremonial acto, como era preceptivo, nuestra diligente alcaldesa Rosa Valdeón, alabando las excelencias del evento y la importancia de Antonio Mairena en el contexto cultural español. Refiriéndose también a la importancia del Teatro Principal y a la gran noche que supuso para el coliseo la del 22 de noviembre de 1980.

Desde el teatro, la concurrencia se dirigió a Balborraz con las regidoras municipales al frente.

Allí esperaba el cierre y clausura del tan exitoso «Balborraz cultural». El flamenco seguía siendo el gran protagonista. De la abundante asistencia hay mucho que destacar. El aforo completamente lleno. Mucho público joven y un altísimo porcentaje acercándose por primera vez al flamenco. Y lo que es más importante, entraron en perfecta comunión con los artistas.

Calixto Sánchez y Manolo Franco abrieron el concierto por malagueñas. La ilustración y las sobradas dotes para la oratoria en Calixto se pusieron una vez más de manifiesto, explicando episodios del bandolerismo andaluz, para centrarse en un soberbio poema de Francisco Villalón cantado por tientos. Previa explicación sobre la importancia de los romances a lo largo de toda la geografía nacional, interpreta el de las tres cautivas por tangos. El público aplaude a rabiar. Calixto y Manolo han conectado plenamente con el auditorio. También con las dos alcaldesas. Carmen Heras compartiendo el cajón de sonido con Pedro Galende y Fede Vázquez, y la nuestra, Rosa Valdeón en el correspondiente peldaño de la emblemática calle. Sin duda preciosa estampa modélica que muestra la proximidad de las máximas jerarquías municipales con en el pueblo llano. Siguen por alegrías para rematar por bulerías acancionás.

Por todo ello el 4 de septiembre pasará a la historia del flamenco, y como no, de nuestra ciudad.