El encuentro de los alumnos de Vinhais con los del Cra de Mahíde constituye uno de los acontecimientos más destacados e importantes de las actividades culturales que junto a las ya consolidadas de Trabazos es el arranque definitivo del entronque de ambos lados de La Raya, léase Tras os Montes, Aliste, Alba y Tábara.

Cuando la cultura comienza a borrar rayas, derribar barreras y abre atajos, caminos y avenidas, entonces comienzan a sentirse más cerca, más unidos y más fuertes aquellos a los que pobres y oscuros procesos históricos condenaron a vivir añorando su reencuentro algún día y ese día, si somos cuidadosos y no arrojamos la toalla y hacemos tonterías, puede haber llegado.

Es en la escuela donde arrancan las grandes soluciones y para esta afirmación tan rotunda echamos mano de la historia, de la pedagogía y recordamos la frase de aquel presidente de la República Francesa que dijo públicamente, ante unas situaciones críticas: «Dadme la escuela y cambiaré Francia».

Este encuentro es una bella lección, que hay que consolidar y progresar en ambas direcciones, curso por curso, a ambos lados del Duero, formando parte del programa de cada curso, sin olvidar todas y cada una de las celebraciones festivas, culturales y conmemorativas de ambos lados, estrechando cada día más las relaciones hasta llegar a una hermandad definitiva.

No podemos olvidar que Lusitania es tan Hispania como la Celtiberia o la Bética y si los avatares históricos permitieron que criterios medievales mantuvieran esas divisiones, siempre ha habido intentos de unión, como lo demuestran los enlaces matrimoniales de las dinastías, y ya mucho más cerca a mediados del siglo diecinueve el intento fallido de Sinaldo de Mas que en su obra «La Iberia» jugó un papel muy importante y la mala estabilidad de la segunda mitad de ese alterado siglo malogró un intento muy bien estructurado y programado que analizaba todas las ventajas de dicha unión, malograda por esa torpeza que, acogida a los cortinajes del poder, tantas veces ha malogrado grandes proyectos.

El Encuentro de Vinhais y Mahíde con toda su representación y, lo que es más importante, arrancando desde la escuela, constituye además de una bella lección uno de los acontecimientos culturales desarrollados sobre el territorio de la Raya, denominación que debemos considerarla histórica, porque siendo más ambiciosos de uno y otro lado la geopolítica de la Península está pidiendo a voces la unión definitiva en una sola, posiblemente la contribución más efectiva a la Unión Europea. Otro gallo cantaría en Iberia si una sola fuera la voz que se escuchara al norte de los Pirineos y mucho más tranquilos nos sentiríamos todos desde el cabo de Creus al de San Vicente.

Dadme la escuela y uniré Iberia, bien podría ser la voz que debiera comenzar a escucharse. Hoy solo podemos, con todo el afecto, respeto y admiración, felicitar a quienes nos han dado una hermosa lección práctica de cómo se hace historia de cara al futuro, sin dureza, sin crispación y sin violencia.

La escuela y la cultura deben decir siempre la última palabra, como lo han hecho Vinhais y Mahíde. Enhorabuena a todos y a seguir.