Todos hablan de la vuelta en septiembre aunque la mayoría ni siquiera se han ido.

Pero vuelven los importantes, los que llenan las hojas de los periódicos con los nuevos proyectos para el curso, como si fueran estudiantes que estrenan libros, cuadernos y amigos que parecen nuevos aunque sean los mismos del año anterior.

La alcaldesa de Zamora, que pasó por los pelos el curso en junio con más asignaturas pendientes que las que su partido exige para que repitan los estudiantes de la ESO, retoma la gran asignatura sin aprobar del curso anterior, la del Plan de Urbanismo, sin haber hecho los deberes, con vagas y retóricas declaraciones que pretenden esconder la falta de conocimiento de la materia, y conseguir el aprobado raspado de la ciudadanía a base de exámenes parciales con cada colectivo que la suspendió rotundamente hace unos meses. Claro que la culpa no es sólo de ella, sino de los apuntes que le pasó el anterior alcalde y que le habían dictado los maestros que sólo saben sacar dinero del tema del urbanismo, pero nunca estudiaron la parte social y medioambiental de la ciudad.

Pendiente quedó también en la otra institución municipal, la Diputación, la finalización del Puente de Manzanal que se prometió para final del curso pasado, después para el mes de agosto y que va camino de ser inaugurado entrado el otoño, en pleno nuevo curso político, todo ello después de haber agotado las convocatorias que el presidente se da a sí mismo y se renueva ante el estupor de los ciudadanos. Hombre, es verdad que la asignatura de los puentes es difícil de aprobar en esta provincia. No hay más que mirar a la capital donde ni siquiera se ha aprobado el proyecto del nuevo puente sobre el Duero después de ocho años de iniciada la carrera. Comparado con el anterior alcalde, el de la dipu es un estudiante aventajado en puentes, aunque no haya sido capaz de rematar ni uno de los que tiene pendiente en la provincia desde hace varios años.

En la Junta se fueron de vacaciones sin dar importancia a los topillos que a la vuelta se han convertido en plaga. Todo por no estudiar a tiempo y resolver los problemas paso a paso, como dicen los profesores. Ahora se quiere hacer todo de golpe, unos días antes de los exámenes de septiembre, y no hay forma de aprobar ni con las clases particulares de los expertos extranjeros. Que parece que los topillos saben latín.

El otro gobierno, el de España, continúa por aquí prometiendo que se acercarán las autovías y los aves unos metros más este curso y unos días más su finalización. Pero la prueba de los puentes tampoco la pasan, porque aguas arriba del Duero no se ha puesto ni la primera piedra del puente de la lenta autovía de la Plata.

Pero es que es muy duro estudiar durante el verano y hay que tener mucha voluntad, política incluso, para ponerse a trabajar en medio de fiestas y calores veraniegos, y más después del trabajo electoral de finales del curso pasado para conseguir el sillón donde descansar el veranito, ¡qué menos!

Como los temas pendientes siguen sin aprobarse, para iniciar el curso con ánimo nos muestran las nuevas asignaturas como libros recién comprados y forrados: la alcaldesa, el centro del autismo; la Diputación, un nuevo proyecto de turismo pero "integral"¿eh? no como otros; la Junta... bueno, que nos paga el puente de Zamora entero o casi; y el gobierno ¡la subida de las pensiones de Rodiezmo a los viudos con hijos!

Eso sí, como entre las familias, tras los exámenes de septiembre comienzan los gastos del próximo curso, y ahí están los problemillas: a ver si el centro del autismo lo paga la Junta; a ver si lo del turismo se lo encasquetamos a Europa; lo de las pensiones es el chocolate del loro? En fin, que las familias se apretarán el cinturón a la vuelta y más con la subida de las hipotecas. Los que vuelven a las instituciones nos lo apretarán a los demás. No sé si era esto lo del mito del eterno retorno ¡pero es una cruz ...!

Por cierto, los que nunca fracasan son los puentes humanos, los que hacemos entre todos para unir las dos orillas. También en Zamora.