Cuentan que un redactor jefe de aquellos con mando absoluto conminaba a su tropilla: Cada día el periódico es más flojo y aburrido. Quiero noticias negativas para presentarlas con letras gordas. Nunca faltaron periodiqueros que parecían soñar con castástrofes y escándalos; Tomás Borrás, rey de la metáfora, nos decía de uno de ellos: A ese le gustaría que su periódico oliera a sangre, crimen y permanganato de casa de pecado; pudo añadir el olor del ácido fénico, que en la novela "Los que vivimos" caracteriza la ciudad de Petrogrado asolada por la guerra. Pero no hay que andar a la caza de noticias negativas; ellas vienen solas y a veces en tropel. Unos días más, como ahora, y otros menos, los medios informativos se ven solicitados por los sucesos. Es que nuestro mundo no gana para disgustos y da lo que tiene. Su estado más frecuente es el de cuarentena ya que es recorrido sin rumbo fijo y de una a otra parte, por los jinetes del Apocalipsis. En negros caracteres tipográficos se informa hoy de que las autoridades de México han puesto en cuarentena a la población; las de EE UU se lo están pensando y la organizaciones mundiales de la Salud se han mostrado muy preocupadas y han dado la alerta pandémica. Un nuevo virus amenaza con una epidemia de "gripe porcina", así llamada aunque, paradójicamente, no afecta a los cerdos. Es natural y obligada la actitud de las autoridades sanitarias que de seguro, no serán remisas en tomar las disposiciones necesarias para evitar el contagio a otros países que propicia la facilidad de las comunicaciones. Puede decirse que el mundo entero está en prudente y previsora cuarentena porque, hoy por hoy, se desconoce la extensión del mal. Por las informaciones que se tienen, la amenaza no recuerda ni mucho menos, las dramáticas invasiones de la peste, puesto que la denominada "gripe porcina" es una enfermedad de curación no muy difícil.

«A peste, fame et bello» . Es una invocación que no debe suprimirse de las Letanías porque se pide la liberación de males con frecuencia presentes y siempre amenazantes. El sida, verdadera epidemia, el hambre y la guerra están presentes en muchos pueblos del Mundo; 1a cosa es que siempre hay algún país azotado por la guerra, diezmado por el hambre o angustiado por las enfermedades. La crisis financiera y económica que representa un drama doloroso para las naciones ricas, es una tragedia sin remedio para las pobres y desvalidas. Considerando las penurias y sacrificios que la crisis ha cargado sobre millones de españoles, podemos imaginar la horrorosa situación de los centenares de millones de seres humanos condenados -especialmente los niños- al hambre y la sed. Lo que, en ningún caso, entraña el mínimo consuelo. Es evidente el carácter dramático de la situación económica que ha endosado sendos dramas sobre más de cuatro millones de trabajadores reducidos a la cruel y desesperanzadora condición de parados. Los que suelen presumir de superlativos absolutos ahí tienen uno: El paro ha llegado ya en España al mas alto número de parados de todos los tiempos. Contra todas las previsiones oficiales, convirtiendo en falsedades las predicciones del oráculo que de fracaso en fracaso, se ha ido confirmando como absolutamente negado para el oficio.