Ya ven lo "informado" que estoy de lo que ocurre en el PP zamorano: escribo el otro día que me parecía en desuso, demodé, eso de colarnos candidatos cuneros, y van los dirigentes de Génova y nos meten con calzador al diplomático madrileño Gustavo de Arístegui, que ya viene de ser diputado por Guipúzcoa y por Ciudad Real, y que, a este paso, será uno de los parlamentarios que mejor conozcan España. Eso sí: aunque no tenga mucho mérito, acerté al dibujarles lo poco que pintan las bases de los partidos y cómo al final siempre se impone la voluntad y la conveniencia de los de arriba; en este caso, de los de arriba del todo, porque no creo yo que hayan sido ni Martínez Maíllo ni Herrera quienes hayan reclamado la presencia en Zamora de un diplomático y portavoz popular en la Comisión de Exteriores, por aquello de ser una provincia fronteriza y para impulsar las relaciones con Portugal. Aunque no quita.

En cambio sí creo que la dirección regional del partido ha tenido todo que ver en la designación de Antonio Vázquez Jiménez, anterior alcalde, como integrante de la lista al Congreso, primero, y luego como "número uno" de la candidatura, que así no hace tan feo. Y yo soy el primero en alegrarme de que, al final, se haya impuesto este "deseo" de la organización pepera más próxima, porque al menos es zamorano. Dentro de la imposición -no olvidemos que los mejores padrinos de Vázquez están lejos de la sede de Víctor Gallego-, se ha salvado un poco la cara. Y, además, estoy convencido de que el ex alcalde representará a Zamora en el Congreso de los Diputados (los intereses concretos de la provincia), mucho mejor que el viajante éste que nos han colocado, por muy miembro que sea de la Junta Directiva Nacional del PP.

Del nuevo cunero vamos a oír y leer muchas cosas. Y también alguna defensa genérica de esta figura política, que nace de la necesidad de los partidos de colocar a los prebostes más fieles en puestos de salida de cualquier lista provincial, y algunas veces, las menos, de reforzar candidaturas de circunscripciones disputadas o necesitadas de personas con tirón electoral, lo que no es el caso de Zamora ni de don Gustavo. Y nos dirán otra vez, para justificar la jugada, que en las Cortes Españolas no se ventilan asuntos provincianos y sencillos, sino que allí se va a hacer leyes generales y cuanto mayor sea la preparación de los parlamentarios, mejor para España y para los zamoranos. Con lo que a mí me gusta que se hable de Zamora en el Parlamento, aunque sea de la carretera a Mombuey (como hace a menudo García Carnero), pues no estoy de acuerdo con esa teoría de que los parlamentarios sean primero legisladores y sólo atiendan durante el fin de semana a la circunscripción que les eligió. Resignados, pues, esperemos a ver el juego que nos da en todos los frentes este cunero experimentado como tal, licenciado en Derecho por la Universidad Pontificia de Comillas y perito en guerras y conflictos de Oriente Medio.

De los cuneros famosos que nos han caído vía PP, Arístegui es el cuarto abogado y el tercer madrileño (con Luis Ortiz González y José María Ruiz Gallardón), ya que José Antonio Otero Novas era gallego de Vigo. La variedad no ha sido mucha. A ver si en la próxima le echan imaginación y nos mandan a un nigeriano con papeles y nacionalizado, para demostrarles de una vez que Zamora es tierra de acogida. Porque yo creo que nos están poniendo a prueba...