No sabía si ir o no a ver "Across the Universe", el nuevo trabajo de Julie Taymor. En Madrid sólo la estrenaron en dos salas. Una, a las afueras, en versión doblada. Otra, en los Golem de Plaza de España, en versión original. Esa escasa distribución suele obedecer a uno de estos dos motivos, y no hay término medio: o la película es muy buena o es muy mala. Taymor es una directora rara, como demuestran sus dos anteriores obras: "Titus", la adaptación del drama de William Shakespeare en el que cortan brazos y cabezas a destajo; y "Frida", sobre la vida de Frida Kahlo. Pero también es una mujer aguerrida que, en su corta filmografía, ha tenido que lidiar con productores maniáticos y con ejecutivos que quieren cortar la duración de sus películas o acortar presupuestos. Al parecer, "Across the Universe" se rodó un par de años atrás, y desde entonces ha habido varias batallitas para decidir qué montaje se estrenaba, si el de la directora o el del productor. Al final ganó ella.

Como escribí en mi bitácora hace unos días, "Across the Universe" es una maravilla. Antes de decidirme a verla sólo conocía la banda sonora y un par de fotografías. Temía que fuese un espectáculo paranoico y surrealista, y me encontré con una historia de amor y libertad ambientada en los años sesenta y setenta, en la época de las flores y el amor libre y las tropas norteamericanas en Vietnam. Ha sido definida como una especie de "Moulin Rouge", pero para mí es mucho mejor, porque los temas que cantan aquí los actores son todos de The Beatles. En las películas en las que no aparecen los miembros de aquella banda mítica no suelen salir temas suyos, sino versiones. Sospecho que cuestan una millonada en derechos. Por eso, y salvo alguna excepción, en el cine no se suelen escuchar temas cantados por The Beatles. Las versiones de "Across the Universe" son espléndidas. Cuando me senté en la butaca creí que podría ser una de esas películas que los yogurines no soportan porque ignoran el mundo Beatle. Pero creo que me equivoqué: en la misma fila se sentaron varias adolescentes, y se mantuvieron en silencio durante la proyección y creo que les gustó. A mí se me ponía el vello de punta cada vez que sonaba una canción, igual que me sucedió en el reestreno de "Help!" Es lógico. Sus temas son la banda sonora de mi infancia. De niño, cuando me iba a la cama, me ponían los vinilos de Beatles en un viejo tocadiscos. Antes de aprender a hablar, ya oía a Lennon y a McCartney. Eso te marca.

En la película de Taymor, la historia está al servicio de las canciones. Son los temas los que marcan el devenir de los protagonistas. Es un esfuerzo antológico: contar una película mediante las canciones de una banda de hace décadas. Así, el primer tema del filme es mi favorito del grupo: "Girl". Los personajes de "Across the Universe" tienen nombre de canciones de Beatles: Jude ("Hey Jude"), Lucy ("Lucy in the Sky with Diamonds"), Max ("Maxwell´s Silver Hammer"), Sadie ("Sexy Sadie"), Prudence ("Dear Prudence"), Dr. Robert ("Doctor Robert"), Rita ("Lovely Rita") y JoJo (nombrado en "Get Back"). La evolución de la historia sigue el curso de los discos: desde el pop hasta la época revolucionaria y la etapa psicodélica. Hay cameos de actores y solistas: Dylan Baker, Salma Hayek, Bono, Joe Cocker. Dos de los personajes, Sadie y JoJo, son un trasunto de Janis Joplin y Jimi Hendrix. Un total de treinta y pico temas que nos emocionan. Y un actor revelación: Jim Sturgess. "Across the Universe" es en una experiencia emocionante, un musical de estilo y atmósfera pop que utiliza el material de una de las mejores bandas de la historia. Imprescindible.

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