Bueno, pues ya están aquí las nuevas medidas del Gobierno para ayudar a los jóvenes a tener acceso a una vivienda en régimen de alquiler, si bien los que ya pasan de la edad marcada, los treinta años, también disfrutarán de algunas ventajas económicas, aunque mucho menores que las que podrá disfrutar la juventud. Son medidas que se unen a otras de carácter social muy recientes, como las ayudas a la natalidad, la revalorización de pensiones y el aumento de las prestaciones sanitarias a la asistencia bucodental, y que pueden ser calificadas de importantes por mucho que desde la oposición se arguya que es puro electoralismo. En realidad, electoralismo es lo que se promete y no se cumple, pero si se cumple con lo anunciado no hay tal electoralismo aunque se trate de fechas electorales.

Y son importantes las ayudas porque ofrecen 210 euros mensuales a los jóvenes que alquilen un piso pero además se les facilitará la fianza y el aval de seis meses para pagar al propietario, beneficios a los que hay que añadir las desgravaciones fiscales, y a los que podrán optar aquellos jóvenes con ingresos inferiores a 22.000 euros brutos anuales y un contrato de trabajo, aunque no se especifica, y habrá que hacerlo, si se trata de un contrato fijo o temporal. Desde el Gobierno se asegura que ocho de cada diez jóvenes de entre 22 y 30 años se encuentran en esta situación, lo que es bien seguro, por lo que podrán aprovecharse de la nueva política en materia de vivienda, cuyas ventajas fiscales se extenderán, además, a cualquier tipo de arrendador y arrendatario, pues de lo que se trata, igualmente, es de extender el alquiler, fórmula prioritaria en casi toda Europa. Pero por lo que no ha pasado el ministerio de Economía de Solbes, por lo que se ve, y pese a que lo habían adelantado a bombo y platillo, es por lo de conceder ayudas de un fondo nacional creado al efecto para los afectados por las constantes subidas del precio de las hipotecas. Al menos de momento, porque de aquí a las elecciones todavía puede haber muchas sorpresas y el tema hipotecario preocupa y mucho hoy día a buena parte de las familias.

Las reacciones, que no se han hecho esperar, han sido las lógicas y previsibles. El PP, por boca de Mariano Rajoy, habla de medidas electoralistas y se insta al Gobierno a que lleve a cabo una reforma urgente del IRPF para ayudar de verdad a los afectados por las subidas de las hipotecas. Es buena la sugerencia del líder popular, y eso que la derecha siempre ha mostrado menos sensibilidad social que la izquierda, y es de esperar que si el PP vuelve al poder el año próximo se tengan en cuenta esas palabras de Rajoy, porque, en efecto, no se puede seguir con la sangría que supone para el ciudadano tanto impuesto directo e indirecto y más en la forma que se hace el IRPF. Otros partidos, sindicatos y colectivos alaban las medidas de Zapatero y Carme Chacón, la ministra del ramo, aunque algunos advierten que ello puede suponer el incremento del precio de los alquileres. El sector de la construcción, por su parte, tacha de positiva la medida, aunque puede que con la boca pequeña pues la mayoría de los promotores y constructores lo que de verdad quieren es vender y no arrendar.