En relación con la crónica aparecida el día 8 en su periódico, -concretamente en las páginas de Toro- en la que se citaba expresamente mi nombre en el texto y en la imagen, acusándome de impedir que un ciudadano expresara su opinión a través de los micrófonos de Radio Toro de los que tengo alguna responsabilidad, de forma muy escueta, me creo en la obligación de puntualizar:

1.- Un señor llamó a Radio Toro sobre las 12.45 de la mañana del viernes 7 de septiembre exigiendo en tono imperativo -y sin presentación alguna- que quería "hablar por la radio para responderle al alcalde de forma inmediata", sin decir de qué asunto ni a santo de qué. Ante la lógica petición que le hicimos para que se identificara, se negó reiteradamente a ello, diciendo simplemente que hablaba "en nombre de un grupo" (¿Fuenteovejuna, señor?) y que "tenía derecho a salir en antena".

2.- Se le advirtió que la identificación era imprescindible en estos casos. El seguía negándose y sólo después de decirle que si no se identificaba se le colgaría el teléfono, dijo llamarse "Pedro". Al decirle que no era suficiente, terminó por dar su primer apellido ("Rodríguez"), negándose en redondo a dar el segundo y su DNI. ¿Cuántos "Pedro Rodríguez" podrá haber en Toro?

3.- A pesar de ello, se le invitó a pasar, si lo consideraba oportuno, por la emisora para conocer del asunto y detalles. Y -si procedía- darle ocasión de expresarse en algún momento, programa o espacio en el que, según el tema de que se tratara, pudiera tener cabida, siempre y cuando lo hiciera en los términos y tono que un medio de comunicación exige, por respeto a los oyentes y que no era el que el señor "Pedro Rodríguez" estaba empleando.

4.- Este señor "Pedro Rodríguez", en lugar de dar la cara, se ha escondido, según parece, tras un "grupo de vecinos" (¿Fuenteovejuna señor?) y tras las pancartas que aparecían en el periódico y que habrán podido leer quienes hayan paseado por la zona. Una de ellas con la leyenda: "No nos han dejado hablar en Radio Toro. Andrés Domínguez, vete ya".

5.- Hemos podido saber posteriormente que este señor "Pedro Rodríguez", vecino de la zona del Canto, según parece, ha estado intentando tiempo atrás hacerse cargo de las pistas deportivas recientemente inauguradas -él o algún allegado suyo-; pero no "por amor al arte, al deporte o a los vecinos", sino a condición de que el Ayuntamiento lo contratara -a él o algún allegado suyo- "al menos por media jornada". Al ver frustradas sus esperanzas, al parecer, se está dedicando a promover incidentes en la zona y fuera de la zona y a colgar "sábanas bajeras serigrafiadas" por los balcones de algunos chalets colindantes con las nuevas pistas, convirtiéndose en abogado defensor de pobres y desheredados. Pidiendo el "gratis total" para el uso y disfrute de las pistas de pádel y de tenis del Canto.

6.- No hay que ser un genio para intuir que si los 4 euros (a repartir entre 4 jugadores o entre 2 -¡qué barbaridad!-) de la partida de pádel o de tenis que ahora "Pedro Rodríguez" dice ser un abuso y una discriminación, estuvieran destinados a pagarle un sueldo -a él o a algún allegado suyo- le parecerían probablemente a "Pedro Rodríguez" no poco, sino una miseria. De haberse accedido a la contratación "al menos por media jornada" de Pedro Rodríguez -o de algún allegado suyo- ¿Afirmaría cierto partido político del que, al parecer, "Pedro Rodríguez" forma parte (nos dicen que alguna vez ha ido en listas electorales) que las pistas no necesitan mantenimiento?

7.- Respecto a no dejarle hablar en Radio Toro, no ha sido Andrés Domínguez quien se lo ha impedido, sino la propia ignorancia del tal "Pedro Rodríguez" que al parecer no sabe que ciertos derechos llevan aparejadas ciertas obligaciones y ciertos modales.

8.- Por último, en cuanto a la frase «se quejaron de que les había sido negada su "libertad de expresión" en la emisora pública por parte de algunos que se consideran profesionales», el tal "Pedro Rodríguez" y su grupo lo ha dejado paladinamente claro y, sinceramente, les damos las gracias. ¿Esperaba él -o su grupo- que un medianamente profesional le diera entrada en directo en una emisora de radio sin identificarse previamente y sin decir antes de qué quería hablar? Después de esto me veo obligado a considerar a "Pedro Rodríguez" como un amigo. De verdad. Sus elogios me sonrojan.

Creo que con estos ocho ítems es suficientes, aunque se podrían añadir algunos más. No es mi intención abusar de su cortesía al publicarlos ni de la amabilidad de los lectores.