Pues parece que estamos en época de hablar de médicos. Unos lo reconocen y otros no, dependiendo de su "puesto orgánico" en el sitio en el que cobran su sueldo, pero lo cierto y real, al menos en Zamora, es que la impresión que tienen, que tenemos, los "usuarios" de la medicina como pacientes, es decir, los ciudadanos a los que les toca la china de ponerse enfermos, es la de que hay pocos médicos y escasos medios y nos sentimos a veces mal atendidos. ¿Demasiada burocracia? Tal vez.

El presidente del Consejo de Colegios Médicos de Castilla y León, don José Luis Díaz Villarig, hace tan sólo unos días en León tuvo que insistir ante el alcalde de esa ciudad, don Francisco Fernández, sobre la falta de médicos en la Comunidad que ya había explicado con detalle al consejero de Sanidad, don Javier Alvarez Guisasola. Todos recordamos cómo hará unos veinte años más o menos hubo también déficit de médicos por falta de sistematización y ello trajo consigo que después hubiera una abundancia de facultativos. Ahora parece que volvemos a empezar. Días de mucho, vísperas de nada...

Entre las medidas que se barajan ahora se apunta la posibilidad de que vengan médicos extranjeros o de que, como al parecer se hace en algunos casos, se permita de modo abierto ejercer, sin tener la especialidad correspondiente, en el sistema público. Ninguna de las dos parece ni buena ni ajustada; una porque a lo mejor llegarían sin una buena preparación y otra, porque es una incoherencia ponerse a solventar situaciones de salud específicas sin tener los estudios de especialidad pertinentes.

Para poder solucionar esta crisis de médicos la propuesta que hace el señor Díaz Villarig pasaría por intentar atraerse a los profesionales de la "Medicina privada" hacia el sistema público "pagándoles más y ofreciéndoles condiciones profesionalmente buenas". La idea parecería acertada por sencilla. Casi siempre los graves problemas tienen soluciones sencillas. Ahora viene la pregunta: ¿quién se atreve a ponerle el cascabel al gato?, que decían los ratones del cuento. ¿Qué consejero acepta tan simple remedio sin esperar repercusiones de otros colectivos que tal vez exigirían parecido trato y mejora en sus condiciones?

Se dice en los medios que está en marcha, como procedimiento técnico, un estudio real de números de médicos que ejercen y que hay en la Comunidad, del número necesario por especialidades y sobre todo de las necesidades reales que tiene cada provincia. Zamora, como León, tiene sus singularidades de amplitud de territorio, de población, de dispersión, de necesidad hospitalaria. Si por el Sur en Zamora la media de kilómetros de las poblaciones respecto de la capital sería de unos 60, la distancia por el norte y noroeste casi se duplica y en algunos casos sobrepasa ese número. Necesitamos más médicos y más camas de hospital considerando el número de habitantes con riesgo de necesitar ayuda. O ¿es que todavía no nos hemos dado cuenta de la edad media de la población zamorana en la provincia, entre otras cosas? Porque ese es el "quid" de la cuestión.