Una de las razones con las que el PP provincial trató de justificar en su momento la desacertada decisión de incluir al alcalde de la capital en la lista al Senado era, como se recordará, que de esa forma estaría más cerca Antonio Vázquez del Gobierno de la nación, lo cual facilitaría sus gestiones personales en a favor de Zamora y de sus necesidades pendientes. Puede que así hubiese ocurrido, pero el triunfo del PSOE en las elecciones generales de 2004 acabó de raíz con esa posibilidad toda vez que no es el suyo el partido que desde entonces gobierna la nación. Así que de beneficiarse Zamora, en ese aspecto, de la estancia de su alcalde en Madrid, nada se ha conseguido y desde luego que ha sido más lo que se ha perdido que lo que se ha ganado.

Hasta que ahora, dos años después, al alcalde se le ocurre asegurar que pedirá una entrevista a la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, que nunca ha demostrado ninguna especial simpatía por los asuntos de la comunidad castellano-leonesa, para reivindicar la reapertura de la línea férrea de la Ruta de la Plata, dado que se considera fundamental que Zamora esté enlazada por ferrocarril para el tráfico de mercancías que llevará aparejado el centro logístico que, al parecer, la Junta pretende instalar en la recta de Coreses, en pleno enclave de los ejes norte-sur, la Ruta de la Plata, desde Gijón a Sevilla, y este-oeste, o sea el corredor del Duero, desde Soria a Portugal.

Pues muy bien, acierta el alcalde y quienes respaldan esta iniciativa fruto de la necesidad: plataformas ciudadanas, empresarios y sindicatos, que implican también a la Junta , pues en efecto, la carencia de transporte ferroviario de mercancías es un obstáculo muy fuerte de cara al hipotético desarrollo empresarial de la provincia. Ya Benavente ha notado en más de una ocasión sus efectos. Pero lo cierto es que, a estas alturas, resulta muy difícil ser optimista sobre este asunto, pese a que el PSOE de Castilla y León, por medio de su secretario general Angel Villalba, le convirtiese en promesa electoral para la presente legislatura, y pese a que los políticos socialistas de Zamora y de la región sigan hablando del tema como si algún día vaya a convertirse en realidad.

Cerrada en 1985 por el Gobierno del PSOE, la línea de la Ruta de la Plata, ha sido ya mercancía de cambio, no conseguida, en otros capítulos de este género. Siendo Aznar presidente de la Junta dijo que si algún día llegaba a ser presidente del país, reabriría de inmediato la línea. En ocho años de mandato no lo hizo, y por su parte, la Junta se lavó las manos, siempre que se le recordó la promesa existente, aduciendo la nula rentabilidad del servicio. Ahora, esa rentabilidad pudiera mejorarse con el tráfico de mercancías y por medio se halla la palabra del secretario de los socialistas. De modo que por intentarlo que no quede.

Pero, a lo mejor, hubiese sido más efectivo y más fácil para el alcalde de Zamora haber llevado la reivindicación al Ministerio cuando era su partido el que gobernaba.