Moza más fermosa non vi en el panorama como aquesa eléctrica, si no de la Finojosa, sí de Endesa. En poco tiempo le han salido dos novios que quieren desposarla a cualquier precio. Lo que pasa es que la moza es dura de roer. Gas Natural no supo rondarla bien, habló de poseerla antes de cortejarla y la moza fermosa ha dicho que nones. Si hoy los príncipes de carne y hueso se casan supuestamente por amor con quienes les da la gana, ¿por qué Endesa, princesa de las eléctricas patrias, no puede hacer lo propio y prometerse con el novio que más le convenga?

Acaba de salirle un nuevo pretendiente. Llega de Alemania y es multimillonario el chico, hasta el punto de que ha subido la dote muy por encima de lo que le daba el catalán. El alemán ofrece 27,5 euros por acción y en metálico, frente a los 21,3 de Gas Natural. Hay diferencia ¿no? Como en aquella celebérrima canción de doña Concha Piquer, este último pretendiente no es que haya venido en un barco de nombre extranjero y nos lo hayamos encontrado en el puerto un amanecer, pero sí es hermoso y rubio como la cerveza, el pecho tatuado con un nombre que habla de su procedencia: "E.On". Y es teutón, que rima y todo.

Parece ser que al padrino de la criatura, José Luis Rodríguez Zapatero, no le ha gustado ni poco ni mucho ni demasiado que se corteje a la joven y ha puesto el grito en el cielo y eso que la madrina del alemán, una tal Angela Merkel, ha llamado por teléfono para hablar de las intenciones de su amadrinado. Hay culebrón para rato. Parece que a la chica, o sea a Endesa le gusta más el hermoso y rubio teutón, contraviniendo los deseos de quienes apuestan por su matrimonio definitivo, hasta que una nueva Opa los separe, con el chico catalán de Gas Natural.

Total, que el lío está servido. Un lío que se puede convertir en un problema internacional para el padrino de la chica, o sea de Endesa. Si "E.On" se casa con "Endesa", se convertirá en la mayor eléctrica del mundo. Las fortunas de ambos jóvenes serían mil millonarias, alcanzando los cincuenta millones de clientes en treinta países y tendrían 107.000 empleos. No está mal. Endesa, al fin y al cabo joven de nuestro tiempo, ha hablado dando a entender que prefiere al novio alemán que recién le ha declarado su amor, mientras Gas Natural, el chico catalán, aguanta, hasta ver si le resuelven el tema de su matrimonio, dicen las malas lenguas que interesado, por el artículo 33. Todo puede ser.

El caso es que la Bolsa está que echa chispas, la situación política también y la incertidumbre pesa sobre el sector energético español. Parece ser que el problema está en la "matriz" que a toda costa debe ser "nacional" y, claro, con el mestizaje este, la "matriz nacional" puede dejar de serlo. Y eso que el teutón ha dicho que no. No sé si el teutón "E.On" será el último pretendiente de la bella Endesa, cotizadísima últimamente, lo que sí sé, es que no va a dejar escapar fácilmente semejante bellezón español. No en vano a los habitantes de la Teutonia unida siempre les ha gustado mucho el producto interior español, el bruto y el refinado, como esta moza fermosa, que está produciendo más noticias que la Mosquera, la Esteban y la Alcalá juntas. ¿Por qué será?