Qué quieren que les diga, personalmente creo que esta idea del Ayuntamiento de Zamora de usar el sistema GPS para localizar monumentos y guiar rutas turísticas por la ciudad me suena a paletada, como aquello de Zamora ciudad pionera en Internet, de hace ya unos años, que todos sabemos como acabó.

Podría entender que en una gran ciudad como Madrid o Barcelona se use el citado sistema para facilitar la orientación. También lo necesitan los pilotos del rally París-Dakar para no perderse en el desierto, pero aquí, en una ciudad de 65.000 habitantes, que todo está concentrado en un pañuelo, me parece ridículo. Con lo placentero que resulta preguntar a un paisano cuando se tiene alguna duda sobre el trayecto; con esa pregunta te puedes enterar de otras cosas útiles que no dice el GPS, como puede ser: ¡no se le ocurra ir por esa calle que le marca el aparatito porque puede quedar atrapado entre el barro y alguna máquina descontrolada! Claro, que a lo mejor el instrumento está pensado para poner orden en el caos circulatorio, tanto peatonal como vial, que sufre la ciudad. Casi es imposible llegar donde quieres por el camino habitual.

Además, supongo que con este invento que se ha sacado el Ayuntamiento de la manga -debería decir más apropiadamente, que alguna empresa le ha sacado de la manga- todo turista quedará pegado a su aparato, lo mismo que sucede con el móvil, que la gente va siempre pendiente de la pantalla, como si esperase una llamada del presidente del Gobierno, por un decir. Con ello estarán dejando de ver la realidad de la ciudad, las tiendas por donde pasa, los bares, otros monumentos menores no incluidos en la ruta programada y sin duda lo más importante: estará dejando de ver a la gente.

Posiblemente esta idea de usar el GPS entra dentro del programa de "Excelencia Turística" en el que está embarcado el Ayuntamiento de la ciudad. Programa que yo no veo sus resultados prácticos por ningún lado salvo esos añadidos tecnológicos que son los más sencillos de poner en la práctica y que no sirven para casi nada, salvo para hacer una publicidad facilona. Me refiero no sólo al GPS sino también a esos programas de ordenador tan maravillosos que te permiten hacer viajes virtuales con tomas tridimensionales, vamos que son tan buenos, que pueden poner en peligro las ganas de hacer una visita real, pisando el terreno.

Pero hablando de realidades, ¿alguien ha visto disminuir las pintadas en prácticamente todos los edificios de la ciudad? No me quiero meter demasiado con las obras ya que son necesarias en algún momento, pero, ¿se puede hacer peor la planificación de su ejecución, el siempre prolongado tiempo que tardan en terminarse y las calidades resultantes? ¿alguien entiende esta manía casi penal de cortar todos los árboles que han tardado años en crecer, que son parte de nuestra historia, que han crecido con todos nosotros y que desaparecen de un día para otro? ¿creen ustedes que alguien que venga desde Madrid puede llegar en coche al Parador, al Ayuntamiento o a la Biblioteca Pública? Habría que dar un premio a quien lo consiga.

Pero la modernidad está en la innovación y esas cosas que he citado anteriormente requieren trabajo, organización y sobre todo pensar. No se compran con dinero a cualquier empresa especializada en temas turísticos, que ya viene con estas cosas preparadas en la cartera. Seguro que se lo ofrecen a todas las ciudades por donde pasan. Me temo que tendremos Excelencia Turística, Agenda 21 y cosas así sólo en los papeles o en la tecnología pero no en la realidad, la que sienten los ciudadanos que todos los días pisan la ciudad.

Puede que ese grupo de seleccionados que han visto la ciudad con GPS hablen de otra ciudad, recuerden los saludos de las autoridades y se lleven en sus paladares el buen recuerdo de un arroz a la zamorana. También ellos son profesionales en su oficio, no vienen aquí por nada, ni tan siquiera por la novedad de ser guiados vía GPS.

(*) Miembro del Foro

Ciudadano de Zamora