"Si alguien tiene un destino es el hombre; si a alguien se le impone un destino, entonces... es mujer".

El poder de las mujeres es incuestionable en la sociedades actuales. Baste con mirar la panorámica política universal para darse uno cuenta de que de día en día la mujer toma un protagonismo que siempre le había sido hurtado. Liberia, Alemania, Chile,... son claros ejemplos de que el futuro, como el pasado siempre estuvo en manos de la mujer sin alharacas.

En Zamora ya han pasado zangarrones, tangarrones y carochos mientras a la espera se parapetan viejas fiestas de mujer. Mujeres de hoy con atuendos antiguos recogiendo "la miaja" que siempre se les negó. Y es que esta tierra nuestra marca las horas saltando de fiesta en fiesta para mitigar su soledad. A la espera también quedan mascaradas y antruejos.

Febrero el corto es el mes de la mujer. Mes de águedas y candelas. Mes de "reinas por un día"; mes de badenes y cuestas. Mes de jolgorio merecido ataviadas con atuendos tradicionales entre charangas y "Habas Verdes". Hablan gaitas y dulzainas al son de las pedigüeñas que sólo piden para una fiesta y un trago de aguardiente merecido. Ritos costumbristas que permanecen impertérritos al tiempo. Mujeres que se resignan a dejar en el olvido tradiciones que deben a sus mayores. Tradiciones que hablan de generosidad y confraternidad. Mujeres que llevan toda su vida repartiendo pechos de santa. Sí, "pechos de Santa Agueda". Mujeres con alto grado de sensibilidad que siempre pidiendo licencias y perdones. Así cien en Villalba: "Danos licencia señora para empezar a cantar, estas cofradas (si la señora Ana Botella puede decir jóvenes y "jóvanas", con más razón se podrá decir cofradas, supongo) casadas te venimos a obsequiar dentro del templo, venimos a saludarte, con muchísima alegría todas venimos a honrarte". Versos que se despliegan entre rodados y mantones de Manila bordados con esmero para la fiesta.

Estas tierras nuestras huelen a leche y manos de mujer; a caricias y silencios. A atardeceres a la espera. A magia de mujer y a secretos de mujer. Mujer que hoy se merece nuestro respeto y un descanso. Mujer que nunca tuvo tiempo para miedos ni temores. Mujer de demasiadas humillaciones y maltratos. Mujer de lama perdida

y sentimientos suicidados. Mujer que nunca tuvo tiempo para fiestas y que hoy, estos días deben convertirse en un homenaje para siempre. ¡Viva Santa Agueda! Que ella os proteja.