Hay una ley física que reconoce que "todo lo que sube, baja", ¿por qué cree usted que se inventó la "Viagra"? A los usuarios, verdaderamente necesitados, de la pastilla azul, les hace el favor de enderezarlos aunque sea de vez en cuando. Pero hete aquí que no todo lo que sube baja, aun en contra de la ley en cuestión. El más claro ejemplo lo constituyen los precios. Precio que sube, oiga, como si se hubiera tomado toda la producción de "Viagra" del laboratorio de que se trate, no vuelve a bajar ni de coña. Y eso pasa con el suelo, con los alimentos, con el carburante, con los transportes, con el zapato y el vestido, con el ocio, a pesar de las ofertas, con todo en general y algunas cosillas en particular.

Con el lío este del "Estatut" y otros líos, hace tiempo que no oigo a ningún dilecto miembro del Gobierno patrio referencia alguna sobre el estado de la España que consume, de la España que gasta el parné con cierta prodigalidad. Hace unos años por lo menos de vez en cuando y aún de cuando en vez, alguien, con mejor o peor criterio, nos soltaba aquello de "España va bien" y daba la sensación de que así era. Y como España iba bien, pues ¡viva la Pepa!, y todo el mundo a vivir que son dos días. Por si acaso. Entonces, incluso parecía que la vida no nos la ponían tan cuesta arriba como ahora. Está todo por las nubes y con tendencia clara a superarlas a velocidad de "challenger".

Quieren preocupar a los españoles con lo que a los españoles no les preocupa, por hastío más que por otra cosa, y dejan de lado lo que en verdad nos ocasiona verdaderos quebraderos de cabeza, por ejemplo: los precios. Con decirle que éstas son las rebajas más caras de la historia de las rebajas, queda todo dicho. Eso sin contar el "cafelito" y la caña del bar que se han puesto prohibitivas. El transporte nos sorprendía, entrado noviembre, con una subidita que ya, ya. Si faltaba algún medio, en señal de solidaridad, se han sumado a los adelantados, a los arietes que venían haciendo diana en nuestra mermada economía.

Todos los trenes de alta velocidad y de grandes líneas suben el precio del billete. La media es del 4,2% que no es ninguna bobada, con la particularidad de que las tarifas de los trenes regionales y de cercanías se redondea alcanzando el 5%. O sea que lo que el Gobierno nos baja a la hora de efectuar la declaración de la renta, nos lo sube en materia tan común y de obligado gasto como son los precios de absolutamente todo. No hay más que acercarse al mercado y ver los altos vuelos del pollo, a pesar de la gripe aviar, o el valor de la fruta que ni que se trajera directamente del paraíso terrenal aquel, con todos los aranceles habidos y por haber.

Esto es un asco. Nos lo están poniendo francamente difícil. No se atreven ni a pronunciar frase igual o parecida a aquella de marras. Por algo será. Porque España no va bien, se diga lo que se diga. Y porque una vez que dan luz verde a la subida de precios, alegando casi siempre el tema de los carburantes, lo que el Gobierno sube en España, ni dios, con perdón, es capaz de bajarlo. Y "asín" no va.