La australiana Ariarne Titmus dio un nuevo paso para coronarse como "reina" de la natación de los Juegos de Tokio, tras sumar este miércoles su segundo oro en la capital japonesa en una final de los 200 libre en la que la estadounidense Katie Ledecky ni tan siquiera pudo subir al podio.

Un resultado que escenificó mejor que nada el cambio de régimen que se está produciendo en estos Juegos, en los que Ledecky, la hasta ahora indiscutible número uno mundial de la natación femenina, parece obligada a ceder la corona a la joven Titmus.

Relevo que ya comenzó a vislumbrarse con el triunfo que la nadadora oceánica, que cumplirá 21 años el próximo mes de septiembre, logró el pasado lunes en los 400 libre, tras superar con claridad a una Ledecky que al menos pudo consolarse con la medalla de plata.

Un consuelo del que la norteamericana careció en la final de los 200, en la que Katie Ledecky no sólo volvió a verse rebasada por una imponente Titmus, que se impuso con un tiempo de 1:53.50, nuevo récord olímpico, sino que se vio además relegada a la quinta plaza.

Dolorosa participación de Ledecky

Ledecky, campeona en esta distancia hace cinco años en los Juegos de Río, no pareció nunca en disposición de pelear por las medallas, ante el empuje de la australiana Titmus, la hongkonesa Siobhan Haughey y la canadiense Penny Oleksiak, que se repartieron el podio.

Una dolorosa derrota de la que Katie Ledecky, ganadora de cinco medallas, cuatro de ellas de oro, en los Juegos de Río, pudo resarcirse apenas una hora después al convertirse en la primera campeona olímpica de la prueba de los 1.500.

El triunfo, sin embargo, dejó más dudas que certezas sobre el estado de forma de la norteamericana, ya que si bien Ledecky, que se impuso con un tiempo de 15:37.34, logró, por fin, su primer oro en la capital japonesa, los apenas cuatro segundos de ventaja por los que se impuso a su compatriota Erica Sullivan redoblaron la incertidumbre.

Imposible no recordar los metros y metros en los que Katie Ledecky, triple campeona del mundo y plusmarquista universal, solía aventajar a todas sus rivales en cada una de sus participaciones en los 1.500.

Un hecho que hace dudar sobre el cartel de favorita con el que la norteamericana parte en la prueba de los 800 libre, la última en la que Ledecky y Titmus se enfrentarán cara a cara, en espera de conocer si ambas, como parece mas que previsible, actúan en el relevo 4x200.

Yui Ohasi, reina de los estilos

Capítulos finales del duelo que mantienen Titmus y Ledecky por la corona de reina de la natación de estos Juegos, un título al que presentó también su candidatura la japonesa Yui Ohasi, tras sumar a titulo de campeona olímpica de los 400 estilos, el oro cosechado este miércoles en la final de los 200 estilos.

Milak cumple y logra el oro

Por su parte, el húngaro Kristof Milak cumplió con los pronósticos y se proclamó nuevo campeón olímpico de los 200 mariposa, en una final en la que el nadador magiar tuvo que conformarse con un récord olímpico, tras quedarse a 52 centésimas de su plusmarca universal.

El húngaro Kristof Milak, nuevo campeón olímpico de los 200 mariposa. EFE

La superioridad del nadador magiar en esta prueba es tal, que la duda no residía en saber si Milak iba a ganar el oro, algo que se daba por descontado, sino en saber si el húngaro sería capaz de rebajar los estratosféricos 1:50.73 que tiene como récord del mundo

Titánico reto del que Milak se quedó a 52 centésimas, tras firmar con un crono de 1:51.25 minutos la segunda mejor marca de todos los tiempos.

Un registro insuperable para el japonés Tomoru Honda, plata con un tiempo de 1:53.73, y para el italiano Federico Burdisso, que ocupó el tercer escalón del podio con una registro de 1:54.45.

Se quedó fuera del podio, tras vencer en las cuatro últimas citas olímpicas, el equipo masculino estadounidense, tras concluir cuarto en la final masculina del relevo 4x200.

Sin figuras de la talla de Ryan Lochte, Conor Dwyer y, sobre todo, del legendario Michael Phelps, Estados Unidos tuvo que rendirse ante el empuje de un equipo británico liderado por Tom Dean y Duncan Scott, oro y plata en la final de los 200 libre en estos Juegos Olímpicos.

De la mano de Dean y Scott, que abrieron y cerraron el relevo, Gran Bretaña se alzo con el oro con un tiempo de 6:58.58, nuevo récord de Europa, por delante de Rusia, plata con 7:01.81, y de Australia, que arrebató la medalla de bronce a Estados Unidos.

Derrota que no quiere sufrir el estadounidense Caeleb Dressel que aspira a colgarse seis medallas de oro en Tokio, en una final de los 100 en la que el norteamericano, ganador de los dos últimos Mundiales, no partirá con el mejor tiempo tras verse superado en las semifinales por el ruso Kliment Kolesnikov.

El nadador ruso, que firmó un tiempo de 47.11, nuevo récord de Europa, aventajó en 12 centésimas a Dressel, segundo con un crono de 47.23, y en 69 al australiano Kyle Chalmers, el vigente campeón olímpico, que accedió a la final con el sexto mejor tiempo tras nadar en 47.80 segundos.