La triatleta madrileña Eva Moral alargó la 'fiesta' del triatlón español en los Juegos Paralímpicos de Tokio, al conquistar la medalla de bronce en la categoría PTWC para personas en silla de ruedas y dando a la delegación española su decimoquinta medalla en la cita, mientras que el almeriense Jairo Ruiz, bronce en 2016, fue octavo en la categoría PTS5 para personas con discapacidad física.

La española, debutante en unos Juegos, mantuvo la buena racha de la 'Paratriarmada', ganadora el sábado de tres medallas, y que se marcha del Parque Marino de Odaiba con cuatro medallas de seis pruebas posibles, confirmando el potencial del equipo, compuesto por siete deportistas, y las expectativas que había sobre él.

Moral, de 39 años, partía con opciones de poder pelear por los metales y supo superar todos los obstáculos que se encontró en todos los segmentos, a excepción del último, la carrera en silla, donde labró su valioso tercer lugar.

La madrileña no fue capaz de encontrar inicialmente la boya en la prueba de natación, pero pese a ello afrontó el tramo de bicicleta de mano en la tercera plaza, con la primera y la segunda clasificadas ya destacadas.

Luego, en este segmento, a la española se le salió la cadena y perdió un tiempo precioso, aunque también mostró fortaleza mental para no ponerse nerviosa y mantener sus opciones de acceder al podio para la carrera. Ahí, encontró su ritmo para, primero, recuperar la tercera plaza y, posteriormente, ir abriendo una brecha lo suficientemente importante para entrar emocionada y 'relajada' en la meta tras la estadounidense Kendall Gretsch y la australiana Lauren Parker, que dirimieron el oro en un apasionante sprint final.

En cambio, no hubo tanta suerte en la prueba de PTS5 para triatletas con discapacidad física donde el español Jairo Ruiz, medalla de bronce hace cinco años en la brasileña playa de Copacabana en el estreno de este deporte en el programa, no pudo estar en la pelea por las medallas.

El almeriense reconoció que se vio sorprendido por lo rápido que se salió en el segmento de 750 metros de natación, de donde salió séptimo, y a partir de ahí no pudo reengancharse en ningún momento a las posiciones delanteras. El oro fue para el favorito, el alemán Martin Schulz, que defendió su condición de campeón paralímpico.

El atleta paralímpico Jairo Ruiz Reuters

"NO HAY EXCUSAS, SIMPLEMENTE HA SIDO UN MAL DÍA"

"La sensación es lógicamente mala, agridulce. Me he preparado para pelear por todo, también por ser octavo, pero no estoy nada satisfecho. Creo que por mi nivel y por todo lo que he entrenado y me estaba encontrando, podría pelear por más, así que desde la semana que viene quiero preparar ya la clasificación para París y subir de nuevo al podio de unos Juegos, que es lo más grande a lo que se puede aspirar", señaló ante los medios.

El español indicó que no estuvo "a la altura" y que desde la natación ya estuvo "fuera de la carrera". "No hay excusas, los demás han sido mejores, hay que entrenar más. Un diploma es un gran logro para mí y el triatlón español, y estoy contentisimo por mis compañeros", admitió Ruiz.

"Corro sin reloj y no tengo referencias de nada, cuando vuelva a Madrid analizaremos todo con mi equipo, pero estoy seguro de que en gran parte de la prueba he ido al ritmo que he entrenado, pero lo que pasa es que los demás han ido tremendamente rápido. No me esperaba ese inicio en natación y me ha pillado desprevenido, mientras que en cuanto al tiempo, ha habido mucha humedad, pero hemos tenido relativamente suerte porque no ha hecho sol y creo que he hecho una preparación buena en Almería. No hay excusas, simplemente he tenido un mal día", sentenció.