Los piragüistas que viven y entrenan en La Seu son como una familia. Se ayudan los unos a los otros, entrenan, se divierten y empatizan juntos. Es el caso de David Llorente, un joven segoviano que llegó en 2012 en La Seu para cumplir un sueño, y Núria Vilarrubla, ya más veterana y autóctona de la capital del Alt Urgell que igual que David debutará en los Juegos de Tokio.

Ambos confiesan que están nerviosos con la llegada de la gran cita: “Pero son unos nervios de ilusión, de ganas y de poder vivirlo después de llevar tanto tiempo esperándolo”, asegura Vilarrubla que competirá en C1.

Por fin se está cumpliendo un sueño. Ahora me digo: vale tengo a tocar eso que tanto he soñado”, explica David, especialista en K1.

Pese a la grandiosidad de unos Juegos, ambos se siente preparados para afrontarlos: “Unos Juegos son una experiencia nueva y más con el coronavirus. Es difícil de visualizar. Yo me imagino como me gustaría que fuese, pero sé que será una competición en la que estaré en la línea de salida con el río vacío solo para mí y que todo lo que venga del exterior bienvenido sea”, añade el segoviano.

Lo que más teme Núria de sus primeros Juegos es “no ser capaz de dar mi mejor versión y de aprovechar ese momento”, mientras que David se expresa en el mismo sentido: “Temo no poder exprimir mi máximo nivel en una bajada, el quedarte con ganas de más”. 

Pero ambos tienen argumentos para la confianza: “Es algo que llevo haciendo desde los 16 años, pero allí estará amplificado con esa presión positiva que me va a hacer salir con la adrenalina a tope para darlo todo”, relata el palista. También Núria se muestra confiada: “Sé que sentiré realmente esa llama en el momento y diré: voy a darlo todo”.

Sus posibilidades

Son realistas a la hora de valorar sus posibilidades ya que es un deporte “muy variable donde nunca una bajada es igual a la otra, pero los dos hemos conseguido demostrar un buen nivel internacional y por eso podemos estar ahí”, confiesa David quien asegura que “me voy a enfocar en estar en esa final y darlo todo. Quedarme satisfecho, disfrutar en todo momento de esa bajada. Si eso sale, lo podré celebrar independientemente de si he quedado primero, segundo, tercero o cuarto”.

La palista de la Seu asegura que “Ambos sabemos que podemos estar ahí. Hemos ganado mangas, sabemos qué es un buen resultado y estamos preparados para ello pero está claro que lo mejor para nosotros es focalizarnos en nuestra mejor navegación, lo más libre, lo más suelta y lo más ágil posible para fluir en el canal de Tokio el día X y poder hacer un buen papel”.

Sus mejores virtudes

Núria considera que su mejor virtud es “buscar siempre por donde mejorar y el lado positivo de las cosas”, mientras que su compañero asegura que la suya es “lo que me gusta este deporte que ha hecho que haya logrado grandes cosas que no me podía ni imaginar”. 

Se defienden el uno al otro como luchadora y ambicioso y con todo ello es con lo que buscarán dar lo máximo y emular así a otros palistas españoles: “Vamos allí creyendo que se puede gracias a ellos que nos han marcado el camino”, como Maialen Chourraut con su oro en Río y su bronce en Londres.