Con la mezcla de timidez y modestia que lo caracterizan, David Cal, el atleta olímpico más exitoso del deporte español, no siente que haya hecho historia al ganar la plata en C1 1.000 metros, su quinta medalla en unos Juegos Olímpicos.

"No siento que haya hecho historia. Supongo que con el tiempo ya me iré dando cuenta. Ahora sólo estoy disfrutando del momento. Me siento muy contento y, cuando llegué a casa y esté con la familia, supongo que ya lo empezaré a notar", explicó el piragüista gallego aun con el remo de flores que le entregaron en el podio en la mano.

Después de ganar el oro en Atenas en esta categoría y otras tres platas entre Grecia y Pekín, Cal se convirtió hoy con su segundo puesto en la prueba en el deportista español con más medallas olímpicas de la historia.

A pesar de su puesto serio y tranquilo, el español reconoció haberse "emocionado un poco" y sentirse contento por haber logrado este puesto histórico.

Sin embargo, la última llegó con mucha incertidumbre ya que el gallego fue muy retrasado durante toda la carrera hasta que realizó una espectacular remontada en los últimos 250 metros que lo llevaron al segundo cajón del podio y a cumplir su objetivo.

"Esperaba estar un poco más cerca de la cabeza. Sufrí mucho. Salí un poquito atrás, me fui guardando fuerzas y al final intenté cambiar un poco el ritmo. Entonces fui cogiendo al grupo y vi que tenía ese poquito de más para colarme segundo", explicó Cal.

"A veces las carreras no salen como tú quieres y las sensaciones que tenía en ese momento eran para ir a ese ritmo. Al final salió bien y me voy muy contento", añadió.

A pesar del lento inicio del español, Cal logró colocarse de nuevo entre los tres mejores del C1 1.000 metros después de su oro en Atenas y su plata en Pekín y, también, de un ciclo olímpico en el que no siempre tuvo claro poder llegar a la capital británica.

"Me voy contento por el duro trabajo de los cuatro años. Poco a poco lo conseguimos. El primero no sabíamos si podríamos estar, el segundo quedé cuarto del mundo y el siguiente subcampeón. Y ahora con la medalla estoy muy satisfecho porque era nuestro objetivo", señaló.

Con la medalla colgada en el cuello y un puesto asegurado en el Olimpo del deporte español, Cal ahora solo piensa en descansar y gozar de unas buenas vacaciones para hacer todo de lo que se ha privado durante los últimos cuatro años.

Después ya pensará en Río de Janeiro que, de momento, queda muy lejos: "a unos 10.000 kilómetros de aquí", bromeó.

"Son cuatro años y es mucho tiempo. Nos tendremos que sentar mi entrenador y yo para valorar la situación. Después ya decidiremos", explicó ya en tono más serio.