La llegada de la pandemia el año pasado cortó de raíz el rodaje de 'The Good Fight' dejando todas sus tramas abiertas y con un obstáculo insalvable. Dos de sus actores protagonistas iban a dejar la serie y no iban a volver al año siguiente. Al final de 2020, la situación política en Estados Unidos dio un vuelco con la derrota de Donald Trump en las elecciones. La serie anti Trump se quedaba sin su villano. El matrimonio formado por Robert y Michelle King ha sabido adaptarse perfectamente a las circunstancias salvando todos esos obstáculos en un solo episodio. El espectacular arranque de la quinta temporada de la serie de abogados protagonizada por Christine Baransky condensa en apenas 45 minutos cómo vivieron sus protagonistas el vertiginoso año 2020, dejando el panorama listo para pasar página y entrar en la nueva normalidad de 2021. Los responsables de la CBS han anunciado esta semana la renovación de la serie para una sexta temporada, cuando la entrega actual ni siquiera ha llegado a su ecuador y sus tramas empiezan a arrancar. Los King son en estos momentos los creativos estrella de la cadena, donde otra de sus series, Evil , ha sido renovada para una tercera entrega. En España se espera aún el estreno de la segunda.

Previously on... (Anteriormente en...). Con esta coletilla arrancan los episodios de numerosas series con un repaso a las tramas más importantes para que el espectador no se pierda. También en la quinta temporada de 'The Good Fight'. Un resumen que nos pone al día con lo que se nos estaba contando en la cuarta entrega, antes de que el dichoso virus entrara en nuestras vidas. Pronto vemos que no solo se alarga más de lo habitual, sino que hay escenas de cosas que nunca vimos. ¿Han reciclado las escenas incompletas en las que estaban trabajando cuando llegó la pandemia?, ¿han logrado que los intérpretes salientes accedan a rodar escenas adicionales para cerrar las tramas?

El ritmo es trepidante, no hay apenas tiempos muertos y revivimos a través los ojos de los protagonistas momentos que nos resultarán familiares. Lo que en otras series sería un trama para ir estirando como un chicle durante un año entero o dos, aquí se lo han despachado en un solo capítulo. El confinamiento, el teletrabajo y las reuniones por videoconferencia, el inesperado contagio de algún conocido... Pronto saltamos a las revueltas raciales por la muerte de George Floyd, las elecciones presidenciales que enfrentaron en las urnas a Joe Biden y a Donald Trump. el frenético recuento de votos y el asalto al Capitolio. Casi nada. Todo ellos aderezado con el cierre de los cabos sueltos, especialmente el del informe 618, una especie de código secreto cuya mera invocación permite a los poderosos seguir disfrutando de inmunidad ante la Justicia. Casi nada. Y así descubrimos que el resumen es el episodio entero.

Por lo menos no han hecho como en otras series en las que un personaje dejaba de aparecer. A veces sin explicación alguna, otras se veía involucrado en algún misterioso accidente en el que se le daba por muerto. No vaya a ser que en unos años el actor decidiera volver (hola Bobby Ewing en la ducha en Dallas). Adrian Boseman (Delroy Lindo) y Luca Quinn (Cush Jumbo) tienen la oportunidad de marcharse dignamente, sin chapuzas ni improvisaciones por circunstancias sobrevenidas. Pocos son ya los actores que quedan del inicio de la serie, pero si algo han dejado claro los King desde aquella muerte en 'The Good Wife' es que nadie es imprescindible. No hay que olvidar que del trío de actrices protagonistas original, tras la marcha del personaje de Luca, ya solo nos queda Diane Lockhart. A Maya (Rose Leslie), que parecía que iba a ser una nueva Alicia Florrick, ya la despedimos el año pasado.

Los guionistas no quiere ni vivir de rentas, ni regodearse en el pasado. A través de sus tramas nos muestran una radiografía de la sociedad norteamericana, poniendo el foco en la zozobra política que atraviesa el país. La victoria electoral de Trump hace cuatro se produjo cuando la primera temporada todavía estaba en plena producción y sus creadores supieron adaptarse sobre la marcha. Y se convirtió en una de las tramas centrales de la serie, que supo hacer bandera del antitrumpismo. No se puede decir que la derrota de Trump haya cogido a los King de sorpresa y era algo que entraba dentro de la agenda. Estos primeros episodios nos están ofreciendo una radiografía del cambio de régimen. Cómo algunos funcionarios de la anterior administración siguen poniendo piedrecitas en el camino de los nuevos gobernantes, o esas inéditas alianzas de demócratas con republicanos críticos con lo que hizo el hombre del tupé amarillo. Mientras, Diane se cuestiona su posición en el bufete Reddick, Boseman & Lockhart, tras la marcha de Adrian y Luca.

Entre las incorporaciones al reparto en esta nueva entrega destaca la de Mandy Patinkin, el Saul Berenson de Homeland, en el papel de uno de esos excéntricos personajes que últimamente parecen aterrizar en la serie para un arco argumental de una temporada, como fue Michael Sheen en el papel del histriónico Roland Bloom en la tercera entrega de la serie. Patinkin encarna aquí a un hombre de leyes sin experiencia jurídica alguna que monta su propio tribunal de Justicia alternativo en una copisteria. Un juzgado clandestino al que acuden numerosos ciudadanos para solucionar sus pequeños conflictos a los que una saturados tribunales se ven incapaces de dar respuesta. ¿Una situación derivada de la pandemia? Asimismo la joven actriz Charmaine Bingwa interpreta a Carmen Moyo, una abogada de primer año que parece tener su propia hoja de ruta para ascender rápidamente en el bufete logrando asumir la defensa de acusados de los crímenes más reprobables. Nuevos argumentos y personajes para una serie que parece resistirse al estancamiento. Aunque la pregunta que todos nos seguimos haciendo desde hace cinco años es ¿volveremos a ver a Alicia tras la escena del bofetón? Los nuevos episodios pueden verse cada semana en Movistar.