Estás limpiando mal los electrodomésticos: esta es la forma correcta de lavar la nevera, el horno, el lavavajillas...

Si limpias únicamente con agua y jabón los electrodomésticos de casa, te equivocas. La nevera, la lavadora o el horno, dispositivos de gran uso en el hogar, necesitan un lavado más profundo. A continuación, te detallamos las técnicas más eficaces para hacerlo y prolongar así su vida útil y un funcionamiento óptimo.

Refrigerador

Para limpiar el refrigerador, primero desenchufe la unidad para garantizar su seguridad. Retire todos los alimentos y los estantes desmontables. Proceda a lavar los estantes con agua tibia y un detergente suave y séquelos completamente antes de volver a colocarlos. Utilice una mezcla de agua y bicarbonato de sodio para limpiar el interior, ya que este compuesto es eficaz en la neutralización de olores. En el exterior, limpie con un paño suave y una solución de agua y jabón neutro, evitando productos abrasivos que podrían dañar el acabado.

Lavadora

La limpieza de la lavadora es crucial para evitar la acumulación de residuos y moho. Mensualmente, realice un ciclo de lavado vacío a alta temperatura con dos tazas de vinagre blanco destilado para desinfectar y eliminar depósitos de calcio. Limpie el cajón del detergente y el filtro con agua tibia y un cepillo suave. Finalice secando el interior del tambor y dejando la puerta abierta para que se ventile.

Microondas

Retire el plato giratorio y lávelo con agua jabonosa tibia. Para el interior del microondas, caliente una solución de agua y jugo de limón en un recipiente apto para microondas durante cinco minutos. El vapor aflojará residuos de comida, facilitando su limpieza con un paño húmedo. No olvide limpiar el exterior y la puerta con un paño de microfibra para evitar rasguños.

Lavavajillas

Desenchufe el lavavajillas y retire los estantes por completo. Limpie el filtro desmontable con agua caliente y jabón, asegurándose de eliminar cualquier resto de comida. Para limpiar el interior, coloque una taza de vinagre blanco en la rejilla superior y ejecute un ciclo de lavado corto y caliente. Esto eliminará olores y depósitos de grasa. Limpiar el borde de la puerta y los sellos con un cepillo de dientes viejo ayuda a prevenir el crecimiento de moho.

Hornos convencionales

Antes de iniciar la limpieza del horno, asegúrese de que esté completamente frío. Retire las rejillas y sumérjalas en agua caliente con detergente por al menos 30 minutos. Para el interior, prepare una pasta de bicarbonato de sodio y agua, aplíquela en las superficies sucias y déjela reposar durante toda la noche. Al día siguiente, limpie con un paño húmedo, utilizando vinagre blanco para los residuos persistentes. Los limpiadores químicos específicos deben usarse con precaución y siempre siguiendo las recomendaciones del fabricante.

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Aire acondicionado

Limpie los filtros de aire mensualmente. Retírelos con cuidado y lávelos con agua tibia y un detergente suave. Use un cepillo de cerdas blandas para quitar el polvo acumulado en las bobinas del evaporador, teniendo precaución de no dañarlas. Es recomendable realizar un mantenimiento profesional, como la limpieza de los conductos y la revisión del gas refrigerante, al menos una vez al año para garantizar un rendimiento óptimo.