Gerard Alarcón, conocido como “Maestro de Colegio” en redes, expone las solicitudes enviadas por los progenitores de los alumnos

La buena pedagogía también ha de sustentarse en la escucha

Gerard Alarcón, conocido como “Maestro de Colegio” en redes, expone las solicitudes enviadas por los progenitores de los alumnos

Gerard Alarcón, conocido como “Maestro de Colegio” en redes, expone las solicitudes enviadas por los progenitores de los alumnos / Instagram

P. H. A.

Es profesor. Se llama Gerard Alarcón y es maestro de Educación Primaria (especialista en Atención a la Diversidad) en un centro educativo de Barcelona. Trabaja como tutor.

Gerard Alarcón, conocido como “Maestro de Colegio” en redes, expone las solicitudes enviadas por los progenitores de los alumnos

Gerard Alarcón, conocido como “Maestro de Colegio” en redes, expone las solicitudes enviadas por los progenitores de los alumnos / TikTok

En Instagram se define como “maestro de colegio”. Dice: “Me encanta enseñar”. Tiene más de un millón de seguidores en Tik Tok. En su perfil reseña: “Desde que comencé mi carrera, tuve claro mi papel”. Objetivo: “conectar con mis alumnos y lograr que tengas ganas de venir a la escuela”. Para que “aprender sea divertido e interesante”. Considera que la educación debe “inspirar, motivar y crear un espacio donde los alumnos se sientan valorados y escuchados”. La buena pedagogía también ha de sustentarse en la escucha.

Alarcón cuenta, según Infobae, que lo toma de sus vídeos subidos a las redes, algunas anécdotas, peripecias o historias. Entre las primeras se encuentran los mensajes que los padres de los alumnos le envían con sus propuestas. Están llenas de curiosidad. “Le agradecería que no use bolígrafos rojos al corregir los exámenes de mi hijo. El rojo es un color muy agresivo y le genera ansiedad”, se escribe en uno, y además se le sugiere qué color debe utilizar. En otro, el progenitor se lamenta: “Ayer me hija llegó triste porque le puso un cinco en un trabajo. Como su felicidad es lo más importante para mí, le pido que le suba la nota. Gracias”. En el tercero, el padre le comenta al profesor después del obligado saludo: “Mi hijo siempre tiene hambre. A las 10.30y el recreo es a las 11. ¿Podría adelantar el recreo? No quiero que pase hambre”, se recoge en el citado Noticiero.

La educación y el magisterio, cimientos de la sociedad (la ignorancia limita la libertad), son vistos por madres y padre, en lo que atañe a sus hijos, con mucha sentimentalidad. No pueden, ni saben, cómo evitarlo.

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