Firma un contrato de aprendiz con 64 años

Conocida es la figura del parado de larga duración. Desconocida es, por el contrario, que una mujer de 64 años comience a trabajar con esta categoría: aprendiz de administrativa. Fórmula: un contrato formativo. A un paso de la jubilación. Lo cuenta Huffpost, que pone a la BBC como fuente informativa. Le ocurrió a Linda Booth de Morley, inglesa. Cercana a la jubilación, echa a andar por el primer paso laboral. Cuando la necesidad aprieta, y se carece de recursos o ingresos económicos, las personas se agarran a un clavo ardiendo.

Es un hecho que el llamado edadismo está ahí como barrera. En las oficinas de Empleo, de allá o de acá, hay pocas ofertas para los mayores de 45 o 50 años. El mercado laboral es selectivo. Sin embargo, la proximidad a la jubilación (ay, esos últimos años) obliga a aceptar cualquier oferta si se quiere optar a una pensión, a una prestación social. Esta será, en la última etapa vital, la exclusiva vía de ingresos. Contar con un plan de pensiones, fórmula frecuente en algunos países europeos, solo es factible si se dispone de un puesto de trabajo que aporte una considerable retribución.

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Esta etapa, nueva para esa mujer inglesa, significará un alivio para su cercana jubilación. Nunca es tarde para aprender, habrá pensado. Y nunca debe perderse la esperanza, sea la edad que sea, ni temor a lo nuevo. Si Linda Booth de Morley (había trabajado con anterioridad, pero fue despedida) no hubiera acudido a la Feria de Empelo continuaría estando mano sobre mano. Por cierto, los directivos de la empresa, según la BBC, están muy satisfechos de la labor y del espíritu de la veterana empleada.