¿Cómo funciona la "silla azul" de Pasapalabra?

Habla un trabajador

Alberto Rodríguez pierde la silla azul en Pasapalabra.

Alberto Rodríguez pierde la silla azul en Pasapalabra.

P. O. / LNE

¿Ves Pasapalabra? Si es así, seguro que ya estás al tanto de que la prueba de la Silla Azul ha deparado un nuevo relevo: ¡Alberto ha quedado eliminado! Tras diez programas, de los que se lleva un premio acumulado de 4.800 euros, se despide y cede su asiento a Ángel. El concursante zamorano ha sucumbido justo cuando parecía asentarse como rival de Manu, pero la derrota en El Rosco del pasado programa le había dejado en el alambre. Los aspirantes llegan al plató pisando cada vez más fuerte y Ángel, un salmantino de Ciudad Rodrigo pero asentado en Alicante, ha conseguido mostrar seguridad y mantenerse sin fallos. En cambio, Alberto, que ha jugado con la B, ha tenido un primer tropiezo en una pregunta que podría considerarse fácil. Ese fallo le ha lastrado después al cometer otro error.

De esta forma, el zamorano ha tenido que decir adiós al programa. Lo ha hecho mandando besos y llevándose una ovación del público, además del reconocimiento expresado por Roberto Leal: “Ha sido un verdadero placer tener a un concursante de tu talla”. Entre sus hitos, destacan su llegada eliminando a Nacho Mangut y hacer sin fallos la Silla Azul más larga en toda la historia de Pasapalabra.

Habla un trabajador

Pero, ¿cómo funciona la Silla Azul? ¿y el rosco?, ¿qué ocurre si hay dudas con definición? Hay dos momentos cruciales en 'Pasapalabra'. Uno de ellos es evidentemente 'El Rosco', que es cuando los concursantes se juegan un bote ya millonario, y el otro es la 'Silla Azul', porque es la prueba en la que se juegan seguir en el concurso o, en el caso de los aspirantes, hacerse con un hueco. En ambas circunstancias, el papel de la lingüista es fundamental.

Lucía Sesma tiene esa responsabilidad y, en esta entrevista, explica en qué consiste exactamente su función. Si bien el equipo de guion es el que escribe las pruebas y 'El Rosco', ella se encarga de su revisión: "Que esté lingüísticamente todo bien, equilibrado".

Su trabajo es tanto o más importante durante la grabación. "Estoy junto al director en control para determinar si lo que responden es correcto o no", comenta.

¿Y si ocurre algo imprevisto? Es su momento de verificar. "Paramos un momentito, verificamos y decimos si es correcto", aclara Lucía.

La lingüista de 'Pasapalabra' reconoce que los concursantes sí suelen plantearle dilemas. "Te sorprenden cosas que tú no habías pensado que podían ser", reconoce. Tras 600 programas, asegura que "hay mucha intuición en su trabajo": "Saber qué pueden contestar o qué no".

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