La Policía Nacional advierte: esta llamada podría robarte el PIN de la tarjeta de crédito

Atención con las llamadas de los ciberdelincuentes

Dos personas mirando sus teléfonos móviles

Dos personas mirando sus teléfonos móviles / DAVID CASTRO

La dependencia de la tecnología y llevar todos nuestros datos en el smartphone ha provocado que los cibercriminales hayan encontrado métodos innovadores para robar nuestra información y vaciar nuestras cuentas bancarias.

La creatividad de los delincuentes no tiene límites cuando se trata de estafar a las personas. Constantemente desarrollan tácticas para engañar a sus víctimas, y los resultados pueden ser devastadores. Por ejemplo, podrían hacerse pasar por Netflix, solicitando el pago de una suscripción pendiente, o por una aseguradora, pidiendo la actualización de datos personales para renovar la tarjeta sanitaria.

Últimamente, se ha detectado una oleada de correos fraudulentos que imitan ser de la Seguridad Social. Estos mensajes de phishing incitan al usuario a hacer clic en un enlace que redirige a una página web, donde se descarga un archivo malicioso que infecta el dispositivo si se ejecuta. El engaño utiliza como pretexto un supuesto impago de una liquidación tributaria.

La Seguridad Social ha emitido una alerta sobre esta estafa, recordando que "nunca solicitarán tus datos personales ni bancarios por teléfono móvil, y mucho menos el PIN de tu tarjeta de crédito".

El mensaje que podría dejarte sin nada: elimínalo si contiene estas palabras

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido sobre la persistencia de un mensaje de texto fraudulento que circula desde hace algún tiempo. El mensaje, que pretende ser de la Dirección General de Tráfico (DGT), informa al usuario de una supuesta multa de tráfico pendiente de pago, que debe abonarse urgentemente para evitar recargos (generalmente en 24 horas o con una fecha límite cercana). En otro formato, se insta al usuario a revisar los detalles de una sanción de la que no tenía conocimiento previo. Ambas versiones incluyen un enlace que redirige a una página que simula ser la oficial de la DGT, con logotipo y todo, donde se presiona al usuario para pagar la multa, a menudo con el importe especificado.

Al seguir el enlace, la víctima es llevada a una nueva página donde se le solicitan datos personales y bancarios para procesar el supuesto pago de la sanción.

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