Debido a los altos controles sanitarios a los que se someten los productos las cadenas de supermercados se encuentran en alerta. El Lidl ha sido el último en llevarse un gran revés, más de la mitad del pollo alemán que venden puede estar contaminado, concretamente el 71%.

El estudio ha sido realizado por Equalia ONG, y desvela que se detectó Escherichia coli. Una enzima que hace que las bacterias se vuelvan inmunes a los antibióticos comunes. 51 productos fueron analizados entre los meses de enero y febrero. 

La organización que ha elaborado el estudio pide a Lidl que endurezca su política de uso de antibióticos en las granjas, ya que eso ayudaría a fortalecer la salud de los animales y, al mismo tiempo, evitar la presencia de estas bacterias.