Supervivientes 2023 ha pasado ya el ecuador del concurso y los participantes cada vez están más cansados tanto física como mentalmente. Adara Molinero, una de las protagonistas de la edición de este año, que ha tenido varios encontronazos con sus compañeros, ha explotado en los últimos días tras visualizar un video de su hijo por el Día de la Madre. "Esto es inhumano, llevo tres meses sin ver a mi familia. Encima no puedo hablar con mi hijo, ¡basta ya!", gritaba. Y es que, Adara siente impotencia al observar como el resto de sus concursantes han podido recibir visitas de sus familiares pero ella aún no ha gozado de ese privilegio, "todos con su visita y yo no, basta ya. Ni siquiera puedo ver a mi hijo. Lo he pedido un montón de veces, quiero una llamada, ¿qué es esto? Todas las semanas pienso que viene mi madre y todos los domingos me pego una ostia", reclamaba la madrileña. 

La explicación por parte de la organización la dio Carlos Sobera,  ‘’No puede ser posible, ni siquiera a través de una llamada porque la ley hay que respetarla. A partir de las diez de la noche la legislación española prohíbe que los niños, como en este caso, puedan estar presentes en directo". Está semana tampoco será el momento de Adara, ya que el que viaja a Honduras es Pocholo Martínez para encontrarse con su sobrino Bosco.