Terremoto en Sálvame. El despido fulminante y en directo de Antonio Canales como colaborador del programa ha traído cola. A las agrias críticas del bailaor, en antena, cargando duramente contra el programa, hay que sumar un incipiente clamor entre los telespectadores, que piden cambios drásticos en el programa. 

La principal petición de los telespectadores es el despido fulminante de Carlota Corredera. La labor de la copresentadora ha sido muy controvertida desde un principio. Ahora lo es más. Su forma de actuar cuando anunció el despido de Antonio Canales en directo ha puesto a buena parte de los seguidores en su contra. Por este motivo, son muchos los que se han organizado a través de las redes sociales para pedir su cabeza.

Ahora hay que sumar la "alta traición" de uno de los colaboradores más potentes del programa, que no ha dudado en señalarla como la culpable del bajón que ha pegado "Sálvame". El colaborador en cuestión ha sido Kiko Matamoros. Sin duda uno de los personajes más carismáticos de los que colaboran con el programa, y que cuenta con una dilatada trayectoria en el mundo del corazón. Por eso, que haya dado la espalda a Corredera ha sido sin duda un gesto que puede estar adelantando una decisión drástica del programa.

Parece que ni Jorge Javier Vázquez ni Carlota Corredera ni todos los colaboradores de Sálvame parecen reconocer el declive del formato y la crisis que atraviesa, pero el hartazgo de sus seguidores es evidente.

Los recursos que utilizaban para mantener la atención de la audiencia ya no entretienen y el tratamiento de la información desencanta a sus seguidores. Ante la falta de tramas, los guionistas dan palos de ciego y generan impacto con fórmulas de dudosa ética con las que la audiencia ya no se identifica.

La última y más polémica fue el despido en directo de Antonio Canales, un gesto que la audiencia identificó como "humillante" y "fuera de lugar". Por otro lado el colaborador, desencajado, reaccionó diciendo lo que pensaba de las actuaciones del programa.

Carlota Corredora fue la más incisiva con el cantante y se dirigió a él en tono de burla y le dijo que tenía que hacer autocrítica con su trabajo y entender la decisión del programa, ante lo que Antonio Canales le recordó que probablemente la culpa de que la audiencia se fuese no era solo suya y le recomendó que asimilara que Sálvame "ya no es número uno": "Nos gana una 'teleserie'".

El colaborador hizo hincapié en la necesidad de escuchar a la audiencia y confesó haber aprendido en el magazín de Telecinco "todo lo que no hay que hacer":

"No hay que hablar a tontas y a locas, hay que hacer un programa que no sea aburrido, hay que reinventarse y escuchar a la audiencia, no coger un tema y agotar a la audiencia", reconoció el bailaor.

Está por ver qué decisión toma la dirección del programa en este sentido. No sería la primera vez que acaban adoptando una medida por el clamor popular. Las malas cifras de audiencia del programa, en clara línea descendente, pueden terminar de decantar la balanza en contra de la gallega.

También son muchos los que piden un lavado de cara del programa. Tanto en su formato como en los rostros que lo componen. También en esta línea Sálvame ha ido adaptándose a los tiempos y reciclándose de una forma u otra.

Los datos de audiencia de Sálvame siguen siendo buenos, pero no tanto como en épocas pasadas. Ayer Canales afirmaba que era el peor verano en audiencias de la historia del programa. La época del año y la emisión de telenovelas turcas en otros canales han hecho pupa a "Sálvame".