Dicen que el amor es el motor del mundo, que traspasa fronteras, que lo puede todo... y la historia de 'Maitino' en la recién desaparecida 'Acacias 38' es un claro ejemplo de ello. Lo que nunca se ha dicho -y no se debería decir- es que esas historias románticas pueden estar protagonizadas por dos hombres, o por dos mujeres, como es el caso. Será eso lo que ha hecho que la relación de los personajes de la serie Maite y Camino, todo un 'boom' para la trama ambientada a principios del siglo XX, haya llegado hasta países como China, Rusia o Polonia.

No es la primera vez que ocurre. Otra mítica serie, también de trama diaria, 'Amar es para siempre', supuso el punto de inflexión a la hora de ver relaciones entre mujeres en la televisión. La historia entre Luisa y Amelia, conocida como 'Luimelia', también provocó el efecto fan. Ahora son Maite y Camino las que recogen un testigo que, para sus actrices y también sus miles de seguidores, va más allá de lo que supone interpretar un papel. Se encuentran con el público de lleno, se convierten en referente y de ahí al fenómeno fan. Y aunque 'Acacias 38' ha dicho adiós a la parrilla televisiva, Ylenia Baglietto (Maite) y Aria Bedmar (Camino) se encuentran a la espera de que culminen las negociaciones de las que nazca un spin-off audiovisual después de haber protagonizado uno en formato podcast sobre la historia de amor de las dos jóvenes.

"De pronto te das cuenta de que tu personaje ha llegado más allá, a las vidas de las personas, a gente que necesita sentirse identificada"

"Todavía hay una necesidad absoluta de ver tramas interpretadas por dos mujeres que se enamoran. Durante mucho tiempo esto ha sido tabú, no se ha mostrado tan directamente, siempre las mujeres que iban juntas de la mano eran amigas y, de pronto, hemos visto que no, que existe el amor entre dos mujeres y no pasa nada", dice Baglietto, ahora inmersa en varios proyectos, como el próximo estreno de un musical en Madrid, 'Yo, la peor del mundo'. "Al principio, cuando te dicen que eres un referente, te da impresión, pero luego solo produce orgullo. Te hace sentirte querida y valorada", añade Bedmar, que acaba de grabar 'Los herederos de la tierra', la segunda parte de 'La catedral del mar'.

Y es que la labor de estas dos actrices en la ficción diaria, que ha aglutinado un millón de espectadores en cada una de sus siete temporadas, va más allá de aprenderse un papel y rodar. Y ellas lo saben. Cartas, testimonios y cientos de regalos dan fe del valor de su mensaje cada día. "De pronto te das cuenta de que tu personaje ha llegado más allá, a las vidas de las personas, a gente que necesita sentirse identificada, que no es simplemente un personaje que interpretas y puede gustar más o menos. Ves que afecta a la vida de otras personas y eso te hace sentirte absolutamente responsable de cuidar tus palabras y de sentirte parte de lo que ellos sienten", señala Baglietto. "Aunque al principio tuve miedo de la responsabilidad ahora me siento genial por poder dar visibilidad y hablar y romper tabús. Que la gente me quiera escuchar es maravilloso", añade su compañera.

Sus personajes, que saltaron de la tele a lo que antes se conocía como seriales radiofónicos - ahora los tan de moda podcast- se han quedado en su vida en París, pero ambas protagonistas están deseosas de ver lo que les depara el futuro. "Si hay spin-off me gustaría que se viera a los amigos de Maite, que se pudiera seguir la evolución de Camino, su madurez, y también la de su relación", dice Bedmar. Baglietto, por su parte, va más allá: "Me encantaría que la historia se ambientase en este siglo, ver a Maite y Camino de mayores, colocarlas en 2021 y ver qué pasa. Aunque se pierda la clandestinidad de los años 20 se encontrarían con otras cosas".

Ser libre, pero con cabeza

Así, las dos actrices continúan con sus proyectos, pero siempre con la sombra de 'Maitino' detrás. Pese a que 'Acacias 38' ha terminado en España, otros países aún están inmersos en la historia de la serie, en concreto Italia acaba de llegar al momento clave de las dos jóvenes, algo que a las actrices les da esperanza para que se pueda continuar con la trama. "Cuando empezamos a ver que 'Maitino' cruzaba el charco a otros países alucinamos. Hicieron un mapa en el que se veía en qué lugares había un club de fans, ya no solo eran de habla hispana, había en Rusia o Polonia. Nos dejó patidifusas", dice Bedmar, que además añade que "al principio parecía irreal pero luego fue algo muy motivador".

Algo que también le sucede a su compañera de reparto. "Oyes a otros hablar de los fans pero nunca esperas que te pase a ti. La primera vez que fui a la oficina de mi representante y había decenas de regalos llamé a mi pareja llorando. Se me ponen los pelos de punta solo de pensarlo. No sé cómo dar las gracias a tanta gente que nos sigue y que se implican tanto".

Aria Bedmar es Camino e Ylenia Baglietto es Maite.

Y ha sido gracias a esta difusión por lo que ambas pueden intentar ayudar desde su posición a gente que no lo está pasando bien debido a su condición sexual. En el caso de Bedmar, casada con una chica, lo tiene claro: "Si todas las historias de amor que se dan en la tele son heteronormativas la gente ve lo demás como algo raro y las personas que aman a alguien de su mismo sexo también se sienten raros".

"Yo no he vivido la homofobia cruda y violenta. Hay una frase horrorosa que siempre he tenido que escuchar: 'Esa es la amiga de mi hija, sobrina...'"

Por ello, las dos intérpretes, conscientes de la realidad de muchas personas, lanzan un mensaje de apoyo a todo el colectivo. "A alguien que lo está pasando mal yo le diría que no está solo, que siempre hay gente con la que hablar y desahogarse. Que no se quede en casa encerrado pensando que está viviendo algo que está mal. No es así. Hay muchísima gente como ellos y ellas y compartiendo los problemas se hacen más pequeños", comenta Baglietto.

Bedmar, desde la experiencia vivida, va un poco más allá. "Yo no he vivido la homofobia cruda y violenta, lo mío ha sido suave, de erosión. Hay una frase horrorosa que siempre he tenido que escuchar: 'Esa es la amiga de mi hija, sobrina...'. No. Es mi novia. Y eso te hace sentirte un bicho raro", relata para añadir que "me encanta que la gente diga que hay que ser libre y luchar por lo que se quiere, pero siempre con cabeza. A la gente que no lo está pasando bien les diría que se hagan preguntas, que se las respondan y que cuando sepan quiénes son tengan en cuenta en qué círculo están y que en base a eso sean lo más libres que puedan ser. Ser libre es maravilloso, pero en un hospital o en un cementerio no sirve de nada. Hay que ser libre, pero con cabeza".

Y ellas dos, libres y también con cabeza, como dice Bedmar, han conseguido llegar a los corazones de miles de personas en el mundo, ser apoyo desde la distancia, ser referente a través de una pantalla de televisión, de una ficción diaria, de las que ambas aseguran que es toda una escuela de interpretación y con la que se sienten más que agradecidas. A la espera de saber cuál será el siguiente paso de Maite y Camino, siguen con sus proyectos pero no se olvidan de cada uno de los fans que, a través de las redes sociales, piden la vuelta de tan enternecedora pareja. "Pido que siga habiendo tramas de todos los colores. Siempre van a ser bienvenidas. Que no haya que pensar que las historias de amor son entre hombres y mujeres, que haya tramas de amor libre y que todo el mundo pueda estar con quien ama realmente", sentencia Baglietto.