El Consejo de Administración de Mediaset España ha decidido desistir de la fusión que planeaba con la sociedad italiana Mediaset, ya que la paralización de la operación por un juzgado madrileño hace inviable concluirla antes del 2 de octubre próximo, plazo previsto en la normativa holandesa, por razones técnicas.

En una comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Mediaset señala que informará al mercado "tan pronto como adopte una nueva decisión" sobre el proyecto de integración de la firma y su filial española para crear un grupo audiovisual paneuropeo, denominado MediaForEurope (MFE).

En una nota de prensa añade que considera válido el plan industrial de MFE y ha iniciado ya el estudio para llevar a cabo un proyecto que consiga los mismos objetivos con una ejecución distinta.

La semana pasada el juzgado mercantil nº 2 de Madrid desestimó la petición de Mediaset España de levantar las medidas cautelares, acordadas por el mismo órgano judicial el año pasado, por las que suspendía el proyecto de fusión mientras resolvía una demanda formulada por el grupo francés Vivendi, propietario del 28,8 % de Mediaset Italia.

Mediaset quiere fusionar sus filiales y constituir una empresa de dimensión europea, pero su plan ha sido truncado por las desavenencias que desde hace años tiene con Vivendi, que se opone a esa operación.

El grupo italiano impidió a Vivendi participar con la totalidad de sus derechos de voto en la junta de accionistas de 2019 que aprobó la integración de filiales, y la francesa emprendió acciones legales en Italia, Holanda y España. En los dos primeros países se rechazaron en primera instancia los recursos de Vivendi, pero en España el tribunal mencionado suspendió cautelarmente la fusión mientras resolvía la impugnación, decisión que Mediaset recurrió pero que el juzgado desestimó la semana pasada.

Tras conocerse la decisión del tribunal madrileño, Mediaset, propiedad de la familia Berlusconi, avanzó que modificaría el proyecto de fusión.

Hoy insiste en sus planes de rehacer la operación y en la "validez" del proyecto MFE, aunque reconoce que la interrupción le supone "un grave perjuicio fruto de la hostilidad de Vivendi", unas las desavenencias que empezaron después de un incumplimiento de un contrato por parte de Vivendi en 2016.

Aquel año Vivendi se retiró de un acuerdo de compra del canal privado Mediaset Premium y se hizo con un tercio del grupo italiano, hechos por los que ambos mantienen una batalla legal en Italia.

La italiana también se pronuncia hoy sobre una carta que envió Vivendi en la que la francesa apunta que tiene voluntad de apoyar sus proyectos de crecimiento internacional.

Mediaset critica que el grupo francés diga esto ahora cuando el proyecto de fusión es conocido desde 2019, que no haga propuestas concretas para apoyarle y le advierte de que "no puede pasar por alto los daños irreparables que se le han infligido".

"Si Vivendi tiene realmente intención para negociar" puntos concretos y que defiendan los intereses de todos los accionistas, "Mediaset está preparada para abrir una mesa de diálogo en el que verifirar este enfoque nuevo", señala la italiana.