Ivonne Reyes octava expulsada. El hecho de que fuera la única en no recibir la visita de un familiar era una pista de una salida que no sorprendió a su protagonista y tampoco provocó un enorme pesar entre sus compañeras de nominación. La venezolana tenía más concurso por dirimir fuera que dentro, sobre todo una semana después de la marcha de su amado Sergio Ayala, que la esperaba en el plató tras comérsela a besos en la cabina de la nave espacial.

Pero la bronca se desató en la sala de expulsiones tras las nominaciones de los familiares. Aída, revuelta con la idea de que le hubieran hecho vudú en su cama, revelada por María Ángeles, atacaba verbalmente a una Irma descompuesta y haciendo verdaderos esfuerzos para no perder el control. El Súper logró que las aguas regresaran a su cauce, otra cosa es saber por cuánto tiempo...

Un chute de amor fraternal y de amigos es la mejor inyección para continuar la convivencia tras 60 días de encierro. Dos meses sin tener contacto y sabiendo muy poco de su entorno es lo que más pesa cuando llegan los bajones, y a estas alturas los sentimientos están a flor de piel. La primera en recibir su dosis de energía positiva fue una temerosa Alysson que se topó emocionada con los mensajes de toda su familia, incluida su 'fuckin abuela', y los abrazos y besos de sus tres mejores amigos. La siguiente en ir al platillo volante fue Daniella, donde pudo ver el mensaje de vídeo de Denyamira, su prima; su tía, que la esperaba detrás de un espejo y con la que se desbordó el llanto; solo consolado por su abuela.

La cuarta en ser sorprendida fue la rica heredera italiana, Elettra, a la que el contacto con su madre y su hermana le hizo venirse arriba. "Tienes que estar tranquila, orgullosa, disfruta, todos te apoyamos", le dijo su hermana y su mamma le pidió que se reconciliara con Daniella. Su padre, Tonino, y su hermano, Ferrucio, le enviaron mensajes de apoyo desde su país.

Siguió Ivonne, cuya hermana Clairet, la envió muchos ánimos desde el otro lado del teléfono. Preguntó por su hijo y por la situación fuera de la casa, preocupada por los comentarios que estén generando las pruebas de paternidad de Álex. Hasta la casa solo se acercó su chico, Sergio, que se presentó con un ramo de flores y con unas ganas tremendas de dejarle claro que lo suyo va en serio.

Stefano Ferri mandó un vídeo desde alguna zona costera del mundo a su hermano Marco, pero el de su madre Viviana fue uno de los más jugosos de la noche, instando a su hijo a volver a ser el concursante que era al principio y advirtiéndole de mantener su amistad con Alysson. Su hermana y su padre, un conocido futbolista, le esperaban detrás de la cortina. Riccardo Ferri le pidió a su hijo que mantuviera el perfil bajo, pero como el programa no tenía prevista la traducción simultánea (y este año se hubiera agradecido porque son dos concursantes italianos) pudimos entender poco más.

A continuación Aylén, que recibió el mensaje de apoyo de sus padres y la sorpresa de una amiga a la que no veía desde hacía diez años. A Aída le esperaba su madre, tan famosa y polémica como ella misma. Ejerciendo de matriarca logró callar a su hija para aconsejarla cómo alcanzarla final. "Esto es un juego. Primero tú y después tú", le recordó María Ángeles después de emitirse los vídeos de su sobrino Iván, y de Alia, su hermana, que desataron el desgarro de la que más ama su vida.

Cerró la noche familiar Emma Ozores, que se reencontró con su madre y sus tres pequeños. Ahyva, Toby y Violeta, sus tres perros, se volvieron locos cuando olieron a su ama. Fue el reencuentro más breve, momento que Jordi aprovechó para anunciar la nominación por parte de los familiares y la inminente llegada de otro clásico: el intercambio, que tendrá lugar el domingo y este año se llevará a cabo con Gran Hermano Brasil.