Parece que ‘Gran Hermano 17’ ha empezado fuerte. Ya ha habido amoríos, una expulsión precoz debido a unas declaraciones de dudosa moralidad, varias discusiones e incluso un tortazo.

Curiosamente, el ‘soplamocos’ no tuvo lugar en medio de una de las muchas broncas que se han dado en la casa, sino que surgió a raíz de un susto que Bea le dio a Montse. De buena mañana, la catalana se escondió en la cocina para sobresaltar a Montse al grito de ‘buenos días’.

Mala idea. En cuanto Bea salta frente a ella, a Montse ‘se le escapa’ el guantazo, que va directo a la cara de su compañera de concurso.

La agresión, pese a que se puede hasta escuchar ya que Montse la manda con fuerza, no parece que infrinja daño en Bea, que en todo momento se ríe. De hecho, este ha sido el principal razonamiento de la dirección del programa para no ejercer su derecho a expulsar ni sancionar de la casa a la concursante valenciana ante esta acción ‘violenta’.

Jordi González argumentó que la torta parece ser fruto de “un acto reflejo” y que Montse “no parece especialmente dolida ni enfada”.