En este sentido, la OMC advierte de que "esta imagen irreal puede crear falsas expectativas en los pacientes, así como la promoción de exploraciones y tratamientos innecesarios que aumentan el gasto sanitario, limitando los recursos asistenciales para aquellos pacientes que verdaderamente los necesitan".

La OMC ha hecho público un informe para alertar "sobre el impacto de los mismos en un tema de tanta trascendencia como es la salud de los ciudadano" en el que reconoce "el derecho a realizar series de ficción". Sin embargo, continúa la OMC en un informe recogido por Otr/press, "cuando se trata de la salud hay que ser extremadamente cuidadosos a fin de no enviar mensajes confusos o erróneos sobre la salud o la asistencia sanitaria que pueden recibir los ciudadanos". Así, cita casos concretos como que "si se contabilizan los casos de supervivencia tras una reanimación cardio-pulmonar, vemos que esta es significativamente más alta en las series televisivas que en la vida real, creando de esta forma expectativas exageradas de éxito en los pacientes y familiares que pasan por un trance de este tipo".

De igual forma, "los diagnósticos, exploraciones y tratamientos que se muestren en estas series deben ser proporcionales a las enfermedades presentadas", reclama la OCM. De otra forma, "tal como sucede con demasiada frecuencia en las series médicas, se está animando a la población a la exigencia de exploraciones y tratamientos innecesarios, que sólo vienen a aumentar el gasto sanitario y las listas de espera. "Considerando el notable poder de influencia de un medio como la televisión, sus programas de carácter médico, y en especial las series de ficción sobre este tema, deberían ser más realistas", exige la OCM. Además, reclama que los protagonistas "no deben ser presentados como seres anómalos para la diversión del espectador".

Por último, la nota señala que el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos ha recogido la solicitud de la Comisión Central de Deontología para hacer llegar su contenido a los canales de televisión y sus productoras, transmitiendo igualmente a la opinión pública sus principales conclusiones, alertando a los ciudadanos sobre el impacto negativo que pueden tener para la salud y para el funcionamiento del sistema sanitario estos programas. De igual forma, la Organización Médica Colegial recuerda a las productoras la total disponibilidad de los profesionales de la medicina para asesorar a sus guionistas y no inducir a los espectadores a una visión errónea de la sanidad y las enfermedades.