Mientras ellos están preocupados por su hija, Eugenio ha salido otra vez y su actitud no gusta al matrimonio, que empieza a cansarse de tener que hacerse cargo de su nieto Oriol durante todo el día. Están encantados con el pequeño en casa pero no para de llorar, sobre todo por la noche, unos llantos que se escuchan en todo el edificio.

Tras quedar para cenar, Eugenio y Carola se sienten muy a gusto juntos. Ella le regala un libro y le dice que si algún día regresa a España ella le estará esperando. El ruido de Eugenio al llegar despierta sobresaltados a casi todos. Antonio, muy enfadado, decide hablar con su yerno, en especial de su relación con Inés. Mientras, en la imprenta, las cosas también andan revueltas. Antonio recibe la llamada de Paulino, que le informa de que los trabajadores han decidido apoyar la iniciativa de Comisiones Obreras de parar durante media hora como medida de presión para que se solucione el problema que hay en el sector. Antonio sabe que la amenaza de huelga en su negocio está muy presente, pero él no puede permitirse el parón, ya que estos días tiene más encargos de lo habitual.

A escasos metros de la casa de los Alcántara, también una llamada inesperada durante la noche sobresalta a Desi y a Clara. La hermana de ella se ha puesto de parto y tienen que irse rápidamente al pueblo. Por su parte, Josete y Carlos en lo único que piensan en estos momentos es en chicas. La idea de las relaciones prematrimoniales les tiene embobados. Mientras, Miguel y Paquita no acaban de entenderse y Juana, que cada vez pasa más tiempo con Toni, le propone irse a vivir juntos.