Hace años, a quienes intercambiaban su vivienda se les consideraba viajeros valientes, en el mejor de los casos, o extravagantes, en el peor. Hoy es una tendencia en ascenso. HomeExchange.com, la mayor red internacional de intercambio de viviendas e icono del consumo colaborativo, espera alcanzar en el 2014 los 130.000 intercambios, un 17% más que el año pasado.

Estas cifras positivas se deben, en parte, a que el intercambio de casas cada día se conoce más, a que el proceso ha ganado en sencillez y a que nuevas webs dirigidas a públicos específicos, como los arquitectos o los profesionales relacionados con la creatividad, hacen más fácil que encajen los perfiles de quienes desean intercambiar sus viviendas. La oferta acaba de ampliarse a las residencias geriátricas, para que los mayores también puedan intercambiar sus plazas. Esta fórmula permite ahorrarse el gasto del alojamiento durante las vacaciones y disfrutar de la comodidad de residir en una casa completamente equipada como un vecino más del lugar.

El intercambio puede ser simultáneo (durante las mismas fechas) o sucesivo. También se puede intercambiar los vehículos o una casa por una autocaravana o por un barco... Como no hay ánimo de lucro de por medio, es posible intercambiar casas de alquiler, aunque se recomienda consultarlo con el propietario. La fórmula del intercambio es especialmente idónea para familias con niños que se ponen de acuerdo con padres similares, porque los pequeños disfrutan del equipamiento de los hijos de la otra familia y no hay que cargar con más trastos de la cuenta. Otra variante es el "intercambio de hospitalidad". En este caso, el acuerdo es acoger en la propia casa, sin abandonarla, a otros viajeros. Es una opción para aquellos a quienes dejar el domicilio a desconocidos les genera desconfianza.

Pago de una cuota

Para realizar el intercambio, es necesario darse de alta en alguna de las webs que ofrecen este servicio, y por lo que cobran una tarifa anual, que es el único gasto. Una de las empresas líderes en este sistema de alojamiento es Intercambiocasas.com, la versión en España de la líder californiana HomeExchange, que se fundó en 1992. Esta web alberga más de 50.000 ofertas en 150 países. Tiene una versión de lujo (Homeexchangegold.com) para intercambiar casas exclusivas cuya cuota anual de inscripción cuesta 500 dólares.

De su experiencia como usuarios de las webs de intercambio, los diseñadores gráficos españoles Agustí Juste y Eva Calduch crearon Behomm.com, la primera comunidad de intercambio sólo para diseñadores y artistas visuales. "De cada cien casas que ves, te gustan tres, y pensamos que una web dirigida a personas con cierta sensibilidad artística o creativa ayudaría a acotar la oferta". Al fin y al cabo, una casa es el reflejo de quien la habita.

Algunos consejos

  • Trate a sus compañeros de intercambio como huéspedes.
  • Sea honrado al describir su casa.
  • Déjeles la vivienda limpia y ordenada.
  • Intente encontrarse con sus huéspedes en su casa o en la de ellos. Es uno de los mejores momentos del intercambio.
  • Márqueles recomendaciones en un mapa (restaurantes, tiendas...) y lo que deben evitar. Se lo agradecerán.
  • Haga una lista con los teléfonos de emergencia, puntos de recogida de basuras, localización de las llaves de paso, instrucciones de los electrodomésticos...
  • Respete la casa que le acoge y déjela como la encontró.
  • No rompa el acuerdo de intercambio si no es por una emergencia. Si esto sucede, intente encontrarles una casa sustitutiva.

Architects House Exchange conecta a arquitectos de todo el mundo con la misma filosofía. "Somos una tribu, una comunidad de personas de ideas afines. Nos encanta viajar. Amamos nuestros hogares. Nos preocupamos por dónde nos alojaremos...", explica su creadora, la irlandesa Eva Byrne. La especialización no sólo es para profesionales, sino también por edades. El grupo español de residencias para mayores Sanyres se acaba de adherir a la red europea LinkedAge, una iniciativa que ofrece la posibilidad de intercambiar plazas en residencias de la tercera edad y recibir además los servicios y cuidados sociosanitarios que cada uno necesite.

Para registrarse en la mayoría de las plataformas de intercambio basta con pagar una cuota y publicar fotografías y la mayor información relevante acerca de la casa que se desea compartir. En otras se requiere una invitación previa. También es necesario indicar las fechas para hacer el intercambio y los países preferidos. Es muy conveniente comunicar qué barreras son infranqueables (si no se permite fumar en la casa o tener mascotas, por ejemplo).

Según el estudio de la Universidad de Bérgamo, el 75% de los españoles que están en Intercambiocasas.com repite la experiencia. La principal reticencia es la desconfianza ante los desconocidos. Pero "la casa está más segura con alguien dentro que vacía", replica Eva Calduch, que dice que esta fórmula de hacer turismo es "adictiva". En todo caso, es más que recomendable comentar todos los detalles y condiciones con la otra parte para conocerse. Y si se duda, es mejor abstenerse y contactar con otro huésped.