¿Eres consumidor habitual de fideos instantáneos? Uno de cada tres suspenden, según la OCU
Los principales problemas de estos productos son su escaso aporte nutricional y una cantidad excesiva de aditivos

Un ejemplo de fídeos instantáneos / Eroski Consumer
Eriz Fraile
En un mundo que cada vez funciona más deprisa y donde la inmediatez reina por encima de todo, a muchos se les olvida reservar un tiempo en su día a día para preparar la comida. A veces, sales del paso con una llamada al restaurante o kebab más cercano, pero otras veces se arregla el desaguisado con un producto de fácil preparación en casa. Los macarrones o el arroz, compañeros de piso habituales de los estudiantes que vivían fuera de casa, han dado paso a los platos preparados. Unos menús que, según los últimos estudios de la OCU, no pasan el corte en la mayoría de los casos.
El último análisis publicado por esta organización hace referencia a los preparados de fideos instantáneos. Dicho de otra manera, a esos productos ya precocinados que solo tienen que pasar unos minutos por el microondas y que, por norma general, se inspiran en recetas orientales. En la muestra que se ha tenido en cuenta por parte de la OCU, 33 de los 45 productos no han conseguido ni siquiera pasar el listón del aprobado. Fuera aparte queda que la media general de las evaluaciones tampoco es mucho más alta, con una cantidad importante de 'suficientes' por la mínima.
El principal problema detectado en estos platos preparados llega de la mano de su aporte nutricional, que es sumamente escaso en la mayoría de ocasiones. Sin apenas calorías a ingerir, con unos niveles pírricos de hidratos de carbono y aún más bajos de proteínas, todo se ve aún más empeorado por la presencia habitual de grasas saturadas. Por ello, la OCU recomienda acompañarlos de, al menos, un plato de verduras en la pertinente comida. En la cara opuesta de la moneda estarían los aditivos. Si los nutrientes no cumplen un mínimo exigible, en este caso se pasan de largo todos los límites superiores. Los colorantes, como ejemplo, aparecen en un el 75% de los fideos para 'salvar' su presencia.
Mala degustación
Más allá de datos que se pueden conocer mirando el etiquetado -que a veces es incorrecto-, el análisis realizado por la OCU también contaba con una parte más 'práctica' que hace referencia a su degustación. El resumen, en líneas generales, no podría ser más devastador: productos sin guarniciones, comidas dulces que deberían ser picantes... Un sinfín de fallos de la que solo se salvan 3 de los 45 productos que formaban parte de la muestra. Asimismo, desde la organización también hacen un llamamiento a evitar el 'ocultamiento' de informaciones obligatorias, muchas veces relegadas a los laterales o la parte trasera.
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