Una dieta variada y saludable es un hábito fundamental si queremos mantener nuestro organismo sano y fuerte. Los productos provenientes de nuestras huertas son un pilar básico si queremos cuidar nuestra alimentación. Entre ellos podemos destacar la alcachofa, una hortaliza rica en sustancias activas que cuida de nuestro hígado y es la aliada ideal para combatir el colesterol y el sobrepeso.

Este alimento es una excelente fuente de calcio y fósforo y también nos aporta hierro, magnesio, potasio y zinc. Pero, además, nos aporta vitamina B1, vitamina C, B3, B5 y B6.

Con una hortaliza con propiedades tan beneficiosas al alcance de la mano, debemos aprovechar que, en España, la alcachofa es un producto de la temporada de invierno, por lo que es idónea para consumirse en los meses de octubre a abril.

De esta manera, aprovechando que nos encontramos en esta época del año, os traemos un truco perfecto para disfrutar de las bondades de la alcachofa sin renunciar s su sabor. Siguiendo los pasos que os apuntamos a continuación, las alcachofas os quedarán en su punto.

Evita que se ennegrezcan

Si queremos cocinar las alcachofas limpias sin que se pongan feas, podemos utilizar la vitamina C que podemos encontrar en el limón, las naranjas, el kiwi o el perejil. El ácido ascórbico de la vitamina C evita la oxidación, evitando así que estas hortalizas adquieran un tono negruzco.

Un forma de conseguirlo es sumergir las alcachofas en un bol con agua fría y un buen manojo de perejil. También debemos dejar alguna ramita de perejil fresco en el agua durante la cocción.

La temporada de las alcachofas va de los meses de octubre a abril. ShutterStock

Cocinarlas en su punto

Además de ser la forma más sencilla y rápida de cocinar este alimento, también es el mejor método de obtener unos corazones de alcachofa cocidos sin síntomas de oxidación y sin necesidad de añadir ningún ingrediente antioxidante.

Para conseguirlo, debemos cocer las alcachofas enteras en agua con sal, sin retirar las hojas duras del exterior. Tampoco hay que realizar ningún tipo de corte. Así, los corazones de cocerán protegidos por las hojas externas. Una vez cocidas, debemos retirar las alcachofas y esperar a que se enfríen para quitar las hojas externas que no se comen. Al estar ya cocidas, será más fácil retirarlas.

Si no tenemos mucho tiempo, podemos cocinarlas más rápidamente en el microondas. A potencia máxima, esto durará unos 7 minutos. Así, las propias hojas del exterior serán una especie de papillote que no permite que se evaporen los jugos del interior de la alcachofa. Se cocinarán en su propio jugo y tendrán un mayor sabor.

Tanto si lo cocinamos en una olla, como si lo hacemos en el microondas, las corazones de alcachofa quedarán estupendos y podremos congelarlos, conservarlos en aceite o emplearlos en otras recetas.