Otra muestra de la fortaleza y de la vitalidad narrativa y humana del cine de Corea del Sur, que llega a las pantallas alicantinas, en un regalo que hay que agradecer y que tiene muy pocos precedentes, ostentando con orgullo uno de los más importantes galardones internacionales, el Premio de La Crítica (FIPRESCI) del Festival de Cannes.

Sugestiva, poética y a la vez violenta y con una estética arrebatadora, es un punto y aparte, uno de esos títulos que dignifican la cartelera y que permiten ponernos en contacto con una cinematografía oriental desconocida totalmente entre nosotros y que ha asombrado en numerosos certámenes. Es la segunda película del director Lee Chang-dong que se estrena en España, donde solo habíamos visto 'Secret sunshine' en 2007. Representante de la generación más madura e importante del cine sudcoreano, Chang-dong se ha basado en 'Quemar graneros', una novela del escritor japonés Haruki Murakami, uno de los más adaptados a la pantalla del cine nipón. Lo más curioso es que se trata de un texto que retoma elementos de un clásico de la literatura norteamericana con el mismo título de William Faulkner, aunque se encuentren en coordenadas políticas y sociales claramente distantes.

Lo que se impone en 'Burning' es el vigor sintáctico y la brillantez metafórica de un cineasta que está llamado a efectuar un cine de gran envergadura. Como buena parte de las películas de la misma procedencia, que tienen un ritmo que puede desorientar en principio al auditorio, la cinta exige que el espectador se ponga en modo oriental para derribar los obstáculos mentales que pueden turbar su fascinación. Es así como conocemos a Jongsu, un joven repartidor que no parece disfrutar de muchos estímulos hasta que entra en su vida, de forma casual, una atractiva muchacha, Jaemi, que vivía hace años cerca de su casa y a la que no veía desde hacía mucho tiempo. La relación se intensifica pronto, pero ella opta por hacer un viaje a África que rompe esa dinámica. La sorpresa de Jongsu será verla al regresar con un individuo rico y misterioso, Ben, que se gana su afecto, provocando en él sentimientos encontrados.