En 2000, Disney y Pixar estrenaron directamente en vídeo 'Buzz Lightyear: La película', largometraje animado en dos dimensiones en la que el famoso guardián espacial se enfrentaba al malvado Emperador Zurg. La película era una especie de continuación o complemento de 'Toy Story 2', en la que el malísimo Zurg ya se enfrentaba a nuestro héroe, y derivó en una serie, 'Buzz Lightyear: Guardianes del espacio', en la que lideraba su propio escuadrón con el noble objetivo de mantener la paz en la Alianza Galáctica. Es aquí, básicamente, y no en el universo juguetero de 'Toy Story', donde reposan las principales fuentes de inspiración temática de 'Lightyear', la nueva apuesta de Disney-Pixar que llega este viernes a los cines a modo de 'spin-off', o singular precuela, de la fabulosa tetralogía animada.

Porque 'Lightyear', en efecto, pertenece al entorno de 'Toy Story', pero no se trata de una continuación al uso. Como sabrán, el bravo guardián espacial se convertía en el juguete predilecto del pequeño Andy en la primera entrega de la saga, pero lo que quizá desconozcan es que la figura articulada era la réplica del personaje de una película 'real' de la que el niño estaba prendado. Según se nos informa en un efectivo rótulo inicial que nos pone en situación, esa película 'real' es, precisamente, 'Lightyear', trepidante relato sobre los orígenes del héroe galáctico en forma de aventuras de ciencia ficción de vocación clásica. Estamos, por tanto, en una película dentro de una película en la que no sabemos nada de Andy ni de Woody ni de Rex; solo de Buzz Lightyear, lo cual no es moco de pavo dada su condición de carismático ídolo de sucesivas generaciones de niños y no tan niños desde su sonada aparición en 1995. 

Atrapado en el espacio-tiempo

En 'Lightyear', nuestro amigo queda atrapado en un lejano y hostil planeta en compañía de la tripulación de una gigantesca nave espacial que surca el espacio exterior. El problema es que ha sido una mala decisión suya, fruto de su engreimiento, la causa de que la nave quede inutilizada y no pueda regresar a la Tierra. El 'ranger', impulsivo y aventurero como el mismísimo Pete 'Maverick' Mitchell de 'Top Gun', intentará compensar el error ejerciendo de piloto de pruebas con el combustible que permitirá a la nave saltar al hiperespacio.

Pero ya se sabe que volar a velocidades cercanas a la de la luz dilata el tiempo (recuerden los episodios en torno al agujero negro de 'Interstellar') y Lightyear, tras sucesivos fracasos técnicos, acabará llegando a un futuro en el que el planeta está dominado por un escuadrón de robots controlados por el despiadado Zurg. En su intento de acabar con el villano y, de paso, volver a la Tierra, el 'ranger' aceptará recibir la ayuda de un destartalado grupo de reclutas y, sobre todo, de un gato robot, Sox, que acabará siendo el gran rey de la función dada su condición de adorable robaplanos. Un camino épico en el que Buzz Lightyear aprenderá a ser otro tipo de héroe capaz de desprenderse de su capa de masculinidad tóxica, capaz de entender que el éxito de su misión no puede proceder de su arrogante valentía viril, sino de la inestimable ayuda de los demás.

Aventura, comedia y emotividad

Dirigida por Angus MacLane, corresponsable, junto a Andrew Stanton, de 'Buscando a Dory' (2016), 'Lightyear' es la primera película de la factoría que aterriza en las salas antes de hacerlo en la plataforma Disney+ desde el inicio de la pandemia. El filme podría carecer de la profundidad, el riesgo y la inventiva de las grandes propuestas de Pixar (incluidas algunas de reciente cuño como 'Luca' o 'Red'), pero derrocha sentido de la aventura en su sincero homenaje a la ciencia ficción más clásica: fascinantes naves espaciales repletas de robusta tecnología analógica, monstruosas criaturas subterráneas, ejércitos de robots de metal y viajes en el tiempo (hasta el infinito y más allá) componen un cóctel que se aleja de forma premeditada del universo de 'Toy Story' para rendirse sin complejos a la épica heroica con esos imprescindibles golpes de comedia y emotividad en los que Pixar se maneja como pez en el agua.

Censura en varios países

El filme llega a los cines con una desgraciada polémica, pues no podrá exhibirse en 14 países de Oriente Próximo y Asia, entre ellos Kuwait, Emiratos Árabes y Malaisia, al aparecer, en un momento dado, un (casto) beso entre dos mujeres casadas, una de ellas la comandante Alisha Hawthorne, la superior (y gran amiga) de Buzz Lightyear. Según Reuters, parece poco probable que la película se estrene en China, el mercado cinematográfico más grande del mundo.

Disney había cortado la escena del beso hasta que estalló el escándalo de la ley anti-LGTBI en Florida (la controvertida 'Don't say gay', que prohíbe a los profesores hablar sobre orientación sexual con sus alumnos) y la acabó recuperando tras las presiones de su filial Pixar, que denunció la sistemática elminación de muchos personajes, historias y situaciones de sensibilidad LGTBI por parte de la empresa-matriz.