Javier Fesser lleva casi 40 años haciendo cine; desde los primeros cortos (ya considerados de culto, como 'Aquel ritmillo' 1994 o 'El secdleto de la tlompeta' 1995) al último largometraje, 'Historias lamentables', todos tienen en común una personalidad indiscutible y que saben llevar al extremo la emoción.

"Cada día me parece mas fascinante el trabajo de escribir y de poner en escena algo que parezca real por muy disparatado que sea", comenta el cineasta madrileño en una entrevista con Efe vía Zoom para hablar de su última "criatura", rodada parcialmente en València.

Es 'Historias lamentables', más en la estela de 'El milagro de P.Tinto' (1998) o de aquellos primeros cortos, que enlaza las vidas de Ramón, heredero de la empresa de transportes 'El Rayo'; Bermejo, un veraneante enfermizo del orden que debe encajar un día entero de improvisaciones; Ayoub, un africano sin papeles, y Alipio, dueño de una empresa familiar a quien el póquer sume en la desesperación.

"Al principio -relata Fesser-, con 'P.tinto' y la primera de 'Mortadelo', yo trabajaba de una forma muy exhaustiva con la realización, un diseño de producción muy minucioso, y a partir de 'Camino' (2008) empecé a explorar lo que yo llamo un mundo más de cámara en mano, donde intervengo menos como realizador y me centro más en lo que pongo delante de la cámara".

"Con 'Historias lamentables' he querido unir las dos cosas, me interesan mucho las historias que estoy contando pero con un esfuerzo por contarlas de verdad, con toda la cinematografía de la que seamos capaces; de la fotografía al vestuario, pasando por la dirección de arte, las localizaciones o la música, que nos permita seguir explorando el lenguaje del cine. Que cada plano tenga un sentido y cada sonido y cada música esté porque se haya decidido", resume.

Así, 'Historias lamentables' son cuatro cuentos diferentes, divertidos, con su punto de humor negro, cada uno con su personalidad y su autonomía, que juntos forman una película única "que no acaba de tener todo el sentido si no va acompañada de las demás", explica el director madrileño.

En su opinión, estos relatos no difieren mucho de lo que se lee cada día en un periódico; "es el modo en el que lo cuentas lo que hace que la película tenga su personalidad. Historias lamentables nos pasan a todos todos los días", considera.

"Estamos hablando de personajes a los que les pasan penosidades, que no son ninguna tragedia, pero que cuando a uno le pasan, no tienen ninguna gracia. Aunque es verdad -sonríe- que la película recompensa a todos los personajes con un final feliz, se nota que la película les quiere mucho, por mucho que les maltrate".

Y si la multipremiada 'Campeones' fue capaz de reunir a 3,5 millones de espectadores (fue la cinta más taquillera de 2018), con este último manojillo de cuentos absurdos que es 'Historias lamentables' Fesser llegará a más de 200 países y territorios a través de Amazon Prime Video, a partir del 19 de noviembre.

"Para mí es una oportunidad poner la película a disposición de los espectadores a través de Prime; es un calentamiento de motores -afirma Fesser-. Confío tanto en la película que estoy seguro, y vamos a trabajar a tope para que así sea, de que dentro de seis meses podremos estrenarla en pantalla grande".

"Es una apuesta clara de los productores, no es una forma de salir del paso. Estamos explorando un camino nuevo, en lugar de quedarnos a ver qué pasa. Intentamos algo nuevo en una situación nueva que vemos con oportunismo y posibilidades".

"Además, lo que me importa es que las pelis sean emocionantes, tengan sentido, que te lleguen y sean importantes para quien las vea. El resto -señala- encajará perfectamente, siempre que las historias estén a la altura".

Desvela que han quedado dos historias "completas" guardadas para mejor ocasión -sin dar más datos, señala que está escribiendo una serie-, y reconoce que los personajes secundarios para él "son fundamentales", de hecho, dice, "todos te llevan a alguien que conoces".

Javier Fesser debería haber recibido en el XXIII Festival de Cine en Español de Málaga su Biznaga de Honor; las circunstancias y la pandemia harán que el cineasta recoja su galardón en otra ocasión, a ser posible, dice, llevando otra película nueva, quizá sobre el guion que ya está escribiendo.